Transcripción de las palabras de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, durante la inauguración de la edición 168 de la Feria de las Flores

Publicado el 12 Julio 2025

JEFA DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO, CLARA BRUGADA MOLINA (CBM): Pues me da muchísimo gusto venir al corazón de Álvaro Obregón con uno de los temas más importantes y relevantes para la Ciudad de México, que son las ferias.

Pero esta feria es especial, esta es la Feria de las Flores. Así que démosle un aplauso a esta maravillosa feria que ha perdurado siglos, como ha perdurado la producción de las plantas y las flores en nuestra ciudad.

Vengo de invitada el día de hoy. Y agradezco la invitación al alcalde de aquí de Álvaro Obregón, al licenciado Javier López Casarín, para quien pido un fuerte, fuerte, fuerte, fuerte aplauso.

Y también saludo a todas las distintas expresiones que están el día de hoy representadas por la Asociación Mexicana de la Dalia, a Lupita, un fuerte aplauso; a la presidenta del Patronato de la de esta gran feria –que ya escuchamos la historia–, Martha; también a la directora del Museo Casa del Risco, te saludamos con cariño; y a la directora del Museo de El Carmen.

Bueno, saludamos también con mucho gusto a Maritza Hernández. A las diputadas que representan a Álvaro Obregón y a la coordinadora Xóchitl Bravo aquí presente. A la alcaldesa de Iztapalapa, querida Aleida. A integrantes del gabinete de la alcaldía de Álvaro Obregón. A nuestras secretarias, casualmente puras mujeres que están aquí, la secretaria de salud, Nadine Gasman; la secretaria de Pueblos y Barrios Originarios, Nelly Juárez; la secretaria de Desarrollo Económico y la secretaria del Medio Ambiente, todas ellas, gracias por acompañarnos.

Y principalmente, a productoras, productores, expositores y participantes en la Feria de las Flores 2025, un aplauso a los que hacen posible esta gran feria.

Y quiero convocar a la ciudadanía, a los capitalinos y a las capitalinas, a que vengan a esta feria, va a estar una semana aquí, y que se den una vuelta y que puedan disfrutar estos momentos.

Estamos –entonces– celebrando a las flores, y esto nos convierte en una comunidad que valora la identidad, la cultura, la naturaleza y la vida, que también florece en colectivo.

Es esta feria, no solo por sus años, sino por lo que significa, un símbolo cultural de nuestra ciudad, una celebración que forma parte del alma de esta capital y que también ya la tenemos todos en el calendario de las grandes fiestas que hay en la ciudad.

Me da mucho gusto que cada vez más espacios, más colonias, más comunidades se sumen a esta fiesta de color; me da más gusto que se sumen los pueblos originarios. Así que, un fuerte aplauso a todos los pueblos originarios de aquí, de Álvaro Obregón.

Y decía el poeta Carlos Pellicer: “El pueblo mexicano tiene dos obsesiones: el gusto por la muerte y el amor a las flores”. Y eso es una realidad: podemos ver que las flores son parte de nuestra vida y están presentes no solo en los principales acontecimientos que tenemos, en el nacimiento, en el festejo de cada año, en la muerte, pero también todos los días, lo que hace que sonriamos es cuando vemos una planta con una bella flor.

Es parte muy importante de nuestra vida las flores que nos acompañan en todo momento y, como decimos, hasta en la muerte. Son símbolos también de lucha, de alegría, también de memoria, y entonces, las flores nos definen como pueblo.

Tenemos, como bien se decía aquí, las Dalias, las Dalias, una hermosa flor que es la identidad nacional. También tenemos Cempasúchil, que pronto vamos a ver la maravilla del amarillo fuerte del Cempasúchil, en las calles y en las grandes producciones que vamos a tener.

Mire, alcalde, vamos a hacer una cosa, vamos a comprometernos, yo le voy a pedir a nuestra secretaria del Medio Ambiente, que las principales avenidas de Álvaro Obregón las podamos transformar en bellas avenidas con flores de la Dalia y otras más. Así que, ahorita que es el tiempo de las Dalias, vamos a hacerlo.

Le encargo a nuestra querida secretaria Julia Álvarez Icaza para que definamos las avenidas, por supuesto, Insurgentes, pero las principales avenidas, ¡ya! Y eso significa que a partir de mañana se empiezan a hacer los trabajos y en una semana podemos empezar a ver, empezando por Insurgentes y otras avenidas importantes de Álvaro Obregón. ¿Cómo la ven? Un trabajo conjunto.

También, una de las tareas que hemos implementado es que algunos parques de la Ciudad de México sean adoptados por los floricultores de la ciudad. Es decir, eso significa que esos parques siempre van a tener flores, flores de temporada y quienes van a estar garantizando son los productores de Xochimilco, son los floricultores de Milpa Alta, son los que se dedican a garantizar que haya permanencia en la producción de plantas.

Así que hago un llamado a todos los alcaldes de la ciudad, a las alcaldesas, para que retomen también esta iniciativa y tengamos a la Ciudad de México siempre con flores, en sus parques y en sus avenidas. Podemos tener muchas situaciones difíciles al día, pero ver una avenida con flores nos relaja, nos cambia, nos llega al alma y nos transforma.

Así que transformemos a la ciudad inundándola de flores; transformemos la imagen de nuestra ciudad produciendo, cosechando y también embelleciendo en todos los espacios que intervengamos. Así que, vamos a pedirles a todas y a todos que podamos contribuir para ello.

Estamos en la época también de reforestación y sabemos que en la zona urbana es lo más difícil. Nosotros estamos plantando cientos de miles de árboles en las áreas naturales protegidas, pero lo más difícil es en la zona urbana, porque lamentablemente mucha población, lo primero que nos dice es: “Quítenme este árbol, porque vean, que sus raíces, que me ensucia, que me hace”, etcétera.

Tenemos que cambiar esa visión que tenemos y recuperar a los árboles como una gran necesidad. Los árboles, como sabemos, nos dan oxígeno, garantizan que el CO2 sea absorbido por sus hojas y ayudan a combatir la contaminación; entonces, necesitamos avanzar hacia allá.

Pronto vamos a dar a conocer un proyecto que tenemos que se llama “Manzanas verdes”, que justamente significa que en las calles generemos procesos y conciencia con la gente, y empecemos por las calles con muros verdes en las bardas, con árboles donde se pueda, y también a transformar las calles de nuestra ciudad, así que pronto.

A ver, me voy a comprometer que donde empecemos sea en Álvaro Obregón, ¿sí? Ahí le encargo que ya se empiece, lo más pronto posible, arrancar la primera calle verde, la primera Manzana Verde de la ciudad la vamos a hacer en Álvaro Obregón.

Y yo quiero mucho a la alcaldía Álvaro Obregón; así que vamos a apoyar todo lo que el alcalde, un buen alcalde que está haciendo bien su trabajo y que vamos a apoyar desde el Gobierno de la Ciudad de México.

Y queremos que se siga transformando Álvaro Obregón, y para ello, en pocos días estaremos ya avanzando en la implementación de este grandioso sistema de transporte de movilidad, el mejor del mundo, que es el Cablebús. Así que, llegará el Cablebús a Álvaro Obregón, a las zonas más altas, que se combinará con la Magdalena Contreras.

Y también estaremos avanzando en las necesidades más importantes que tiene esta gran alcaldía, este gran territorio, así que avanzamos.

Quiero comentar que en seguridad hemos avanzado mucho en Álvaro Obregón. Aquí tenemos unos datos, ha bajado 14 por ciento los delitos de alto impacto en Álvaro Obregón. Ha bajado, ha disminuido en 7 por ciento el homicidio doloso y ha disminuido en 24 por ciento el robo de vehículos con violencia y sin violencia. Esto es muy bueno, así que vamos a continuar trabajando de la mano y trabajando juntas y juntos para garantizar una ciudad más segura.

Hay que seguir haciendo mucho, nunca vamos a estar satisfechos en términos de seguridad porque hay que hacer más y más y lo estamos haciendo y nos estamos coordinando y vamos a continuar: trabajar en seguridad, en iluminación, en rescate del espacio público, en movilidad, en todas las tareas más importantes.

Pero hoy estamos festejando a las flores y hoy venimos a esta preciosa Feria de las Flores aquí en este lugar y queremos que se retome en distintas partes de la ciudad, que se retome este ejemplo, imagínense que en cada alcaldía hagan la Feria de las Flores, que en cada lugar festejen a la naturaleza y a las flores y eso iría transformando también la vida que tenemos.

Las flores nos sanan, las flores nos transforman, las flores nos curan. Así que el mejor homenaje que hagamos a las flores es tenerlas cerca de nuestra casa, dedicándonos a ello, reproduciéndolas y festejándolas.

Muchas felicidades a todas y a todos y seguimos con nuestro trabajo.

Ahorita me voy a Tlatelolco, allá tenemos una gran tarea que hacer, y así seguimos en toda la ciudad, trabajando mucho para el bienestar de esta gran ciudad.

Muchas gracias y felicidades.

ALCALDE DE ÁLVARO OBREGÓN, JAVIER LÓPEZ CASARÍN (JLC): Muy buenos días. Con enorme gusto, les damos la bienvenida a esta ceremonia de inauguración de la edición número 168 de la Feria de las Flores.

Con profundo respeto y gran admiración, saludo a nuestra jefa de Gobierno, Clara Brugada. Jefa, gracias por tu presencia, significa mucho para nosotros que estés este día en particular en esta inauguración, gracias jefa.

Este es un día sumamente importante para las y los obregonenses, tu presencia sin duda enaltece nuestra celebración y nos motiva a seguir adelante con esta tradición que nos une como comunidad.

Gracias a quienes están presente de los pueblos originarios de Santa Rosa Xochiac, del pueblo de Santa Lucía Xantepec, del pueblo de Santa Fe, del pueblo de Tetelpan, del pueblo de Tizapán, del pueblo de Axotla, por supuesto de San Bartolo Ameyalco y de Nonoalco. Sean bienvenidas y bienvenidos.

Secretarios del Gabinete de la jefa de Gobierno, sean todas y todos bienvenidos. Licenciada Julia Álvarez Icaza, sea usted bienvenida; Martha Villaseñor de Camarena, gracias por estar con nosotros y acompañarnos; Eugenia Vázquez del Mercado, gracias por tu presencia Eugenia; María Guadalupe Treviño, gracias por tu presencia.

Alcaldesa Aleida Alavez, gracias por venir en nombre de la alcaldía Iztapalapa para acompañarnos en esta celebración; secretaria Nelly Juárez, muchas gracias por tu presencia, afortunados de tenerte dos veces en esta semana y con los pueblos originarios; secretaria Nadine Gasman, gracias por acompañarnos; diputada Xóchitl Bravo; diputada Rosario Morales, gracias por estar con nosotros, diputada del Distrito 32 en nuestra gran alcaldía; diputadas queridas, gracias por estar con nosotros.

Sean todas y todos bienvenidos. Manola Zabalza, muchas gracias secretaria.

Bueno, es un placer recibir a diputadas, diputados federales que nos estén acompañando. Y también aprovecho para saludar a las concejales, a los concejales, a las autoridades comunitarias, a estos representantes de los pueblos originarios, del sector cultural, del sector académico, a los medios de comunicación, a los artistas que dan vida a esta celebración.

Y, por supuesto, a las y los vecinos obregonenses que hoy abrimos nuestras puertas, nuestros brazos y con una sonrisa les damos la bienvenida a todos los que nos quieran acompañar de diferentes puntos de la Ciudad de México. Sean todas y todos bienvenidos. Pero, ante todo, a cada uno de los que estamos presentes.

Se dice que para conocer el alma de un lugar basta con mirar cómo se celebran sus raíces. Ésta, la Feria de las Flores, es una de las tradiciones más profundas y significativas de nuestra ciudad, y así nos permite reconocer la grandeza de nuestra alcaldía Álvaro Obregón.

Hoy, esta feria llega orgullosamente a su edición número 168. Son 168 años de historia y de celebración que han hecho de la Feria de las Flores un patrimonio cultural intangible de la Ciudad de México y sobre todo un patrimonio afectivo para quienes la hemos vivido, como vecinas, como vecinos, como productores, como floricultores, como visitantes o como promotores.

Esta edición tiene un toque especial donde decidimos, por primera vez –desde 168– ponerle un rostro y este rostro se llama “Malinali”, imagen que ha sido elegida por nuestra comunidad. Su nombre náhuatl evoca a la fuerza de la tierra, a la feminidad y el origen. Es la primera vez que contamos con esta imagen y que se quedará como un símbolo que carga la historia, un símbolo que encarna lo fértil, lo ancestral y lo que está en constante cambio. Malinali representa la posibilidad de que aquello que sembremos hoy se convierta en la flor del mañana.

Cada flor que adorna nuestras plazas refleja la memoria, el esfuerzo y el arraigo de cada familia productora. Mujeres que heredaron el oficio de sus madres, y jóvenes que hoy transforman esa tradición con nuevas especies y, por supuesto, técnicas sustentables. Esta costumbre sigue siendo fuente de identidad, de orgullo y de bienestar.

Esta feria también es una plataforma que impulsa la economía local, permite que los productores y comerciantes se den a conocer y generen ingresos gracias al elevado número de asistentes esperados. Jefa de Gobierno, en esta edición esperamos 80 mil visitantes a esta feria.

El 87 por ciento de las flores que se comercializan en la ciudad provienen de productores locales, especialmente de Xochimilco, de Tláhuac y por supuesto de Álvaro Obregón. Esta feria, de esta forma, no solo representa belleza, también es un motor económico fundamental.

La feria es una experiencia viva tejida por manos locales. Este año participan más de 400 floricultores, decenas de agrupaciones artísticas, cocineras tradicionales y jóvenes creadores en más de 30 actividades que incluyen conciertos, bailes, tradiciones, exposiciones y, por supuesto, obras de teatro y espectáculos de danza que nos van a invitar a ser una comunidad desde la cultura.

Esta feria no se repite, esta feria se reinventa desde la raíz, honrando lo que fuimos mientras inspira lo que podamos llegar a ser: un espacio de cuidado colectivo.

Esta edición de la Feria responde una visión clara: hacer de Álvaro Obregón un referente en el uso de la cultura como motor de desarrollo económico, como eje de cohesión social y como vía de participación para pueblos originarios, personas adultas los mayores, jóvenes y artistas que transforman con su talento el corazón de nuestra comunidad.

Eso también es política pública, porque cuando una comunidad invierte en cultura, está invirtiendo en la salud emocional de su gente, en sus raíces, en su identidad, en sus costumbres, en la confianza entre vecinas y vecinos, es decir, en el sentido más profundo en una política de paz.

Uno de los aspectos que más valoramos desde el gobierno de Álvaro Obregón, es que este evento funciona en esencia como una escuela de comunidad, en ella aprendemos que cada flor que se siembra es también una afirmación de esperanza: la esperanza de un país en el que todas y todos tengamos lugar.

En Álvaro Obregón trabajamos todos los días para hacer realidad esa aspiración con el compromiso firme de seguir consolidándonos como una alcaldía modelo donde la cultura no adorna, transforma, donde florece el desarrollo y la paz.

Desde los pueblos originarios que resguardan saberes ancestrales, hasta los empresarios que apuestan por invertir en tradiciones vivas, todos reflejan una convicción compartida: que cuando el arte, la economía y la participación social se encuentran, el resultado es un territorio más humano y más fuerte.

Hagamos un homenaje a todo esto, a lo que crece cuando nos reunimos con propósito, a las historias que, como las flores, vuelven a nacer cuando se comparten. Sigamos cultivando semillas con el mismo cuidado que se pone en cada flor de esta feria.

Que esta edición de la Feria de las Flores nos permita seguir construyendo comunidad, mientras imaginamos juntos lo que está por florecer. Recordemos que cuando la comunidad florece, todo florece. Semillas hoy, flores mañana.

PRESIDENTA DEL PATRONATO DE LA FERIA DE LAS FLORES, MARTHA VILLASEÑOR DE CAMARENA (MVC): Muy buenos días a todos y a todas.

Distinguido presídium: señora Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; maestro Javier López Casarín, alcalde de Álvaro Obregón.

En el presídium tenemos hoy muchas personas muy importantes, no recuerdo todos los nombres, pero les agradezco su presencia: diputadas, alcaldesas, médicos, ya no supe cuántas personas nos acompañan, secretarias, diputadas, bienvenidas a nuestra feria. A Marisa, a Lupita, muchas gracias por su presencia, todos aquí.

En primer lugar, debemos dar las gracias a la alcaldía, al Museo del Risco, al Museo de El Carmen, al Museo Casa Diego Rivera y al Museo Soumaya por su invaluable colaboración.

Aunque ya lo dijo el alcalde, hoy festejamos el 168 Aniversario de la Feria de las Flores. Esta feria es, quizás, la más antigua de esta ciudad, tiene más de 400 años de llevarse a cabo. Es el ejemplo de cómo dos cosmogonías y dos razas se hermanan bajo el manto de la Virgen del Carmen y la Diosa Xochipilli.

Un pueblo sin memoria pierde su identidad. Nosotros somos legatarios de una gran riqueza cultural y nos hemos convertido en su memoria. Es nuestra finalidad recuperar las tradiciones, tomar conciencia del legado histórico y cultural que hemos heredado, y de continuar e impulsar entre nuestros compatriotas el respeto y el amor por México y especialmente por San Ángel.

Nuestro patronato se ha conformado por vecinos y vecinas quienes voluntariamente organizan cada año, sin fines lucrativos, y quienes nos preocupamos en salvaguardar los monumentos históricos, los religiosos y civiles, sus casas, sus plazas y sus jardines de este bello rincón de la patria. Buscamos la conservación de la zona típica, tanto en el aspecto estético como ecológico, preservando el amor a la naturaleza, árboles, jardines y flores.

Para mí es de gran satisfacción haber participado en la organización de esta feria durante los últimos 50 años. Mi familia ha radicado aquí por cinco generaciones, ya que mis abuelas se establecieron aquí hace 100 años.

El emperador Moctezuma II dedicaba cada año un festejo para recordar el nacimiento de las flores a la Diosa Xochipilli. Años después, en 585, los frailes carmelitas trajeron consigo a la patrona: la Virgen del Carmen. Doce religiosos salieron de España acompañando al virrey; el navío estuvo a punto de naufragar al cruzar el océano. Un caballero juró, si sobrevivía a tan terrible tormenta, ofrecer su vida a la Virgen del Carmen y tomar los hábitos carmelitas. Así fue que este arquitecto, hidrógrafo y astrónomo tomó el nombre de Fray Andrés de San Miguel.

En 1613 los religiosos y el arquitecto se recogieron aquí en Tenantitla, un pueblecito tributario de Coyoacán. Algunos años antes se habían establecido los frailes dominicos en San Jacinto. Los frailes carmelitas recibieron del cacique de Coyoacán, don Felipe Ixtolinqui, quien fue uno de los primeros conversos al cristianismo, unos terrenos del huerto de Chimalistac, que pertenecían al barrio de Coyoacán –o sea, todo esto que ustedes ven–.

En el 617 Fray Andrés, con la ayuda de la población local, se dio a la tarea de construir el convento de El Carmen y fue puesto bajo la advocación de San Ángel de Jerusalén, un santo que se decía resucitaba muertos y hacía caer fuego del cielo. Es así como este pequeño poblado de 175 personas va perdiendo su nombre original de Tenanitla y termina denominándose San Ángel.

Fue tan pródiga la tierra para los frailes, que se aclimataron una gran parte de flores y frutos ajenos a los cultivos prehispánicos, encauzando el Río Magdalena y sus tributarios. Sembraron 40 hectáreas de frutos y flores y cultivaron 3 mil especies traídas de Europa y Oriente como manzanos, perales, duraznos, melocotones, fresas y frambuesas, se sembraron los olivos y las uvas; por esto se conserva el nombre de “Olivar de los Padres” en los mismos terrenos que ellos sembraron.

La fama y la belleza de sus flores y frutos, fue de tal renombre que dichas cosechas llegaron hasta California. Tomando la costumbre prehispánica de festejar el nacimiento de las flores, se sumó la festividad de la Virgen del Carmen, cuyo significado quiere decir “Jardín de Dios”.

Durante el virreinato este poblado se convirtió en un lugar de descanso para habitantes en esa época que sufrían inundaciones, como lo vemos ahora. Se popularizó la feria, había desfiles, charreadas, peleas de gallo, etcétera, imposible de llevar a cabo todo en el siglo XXI.

Como lo dijo el alcalde, el presidente Comonfort emitió un decreto denominando a la Feria de las Flores como fiesta nacional en 1857. Y en 2012, el doctor Miguel Ángel Mancera lo declara monumento intangible de la Ciudad de México. Recientemente, en 2023, quedó formalmente inscrita en el catálogo de las Buenas Prácticas del Organismo Internacional de Ciudades y Gobiernos Locales, como un ejemplo de cómo salvaguardar el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México.

Nos acompañan hoy los floricultores y se dedican a esta bella labor de propagar plantas y flores similares a las que cantara el rey poeta, el gran Tlatoani de Texcoco.

Decía el rey poeta: "Alegraos con las flores que embriagan, las que están en nuestras manos. Que sean puestos ya los collares de flores, nuestras flores de tiempo de lluvia. Fragantes flores abren ya sus corolas y por ahí anda el ave, parlotea y canta. Vienen a conocer la casa de Dios. Solo con nuestras flores nos alegramos”.

Y entonces, alegrémonos –como dijo el rey poeta– y disfrutemos de esta bella exposición de plantas y flores y de los eventos que en la ocasión de la festividad de la Virgen del Carmen se han preparado para el disfrute de todos ustedes.

Muchas gracias.

PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE LA DALIA, MARÍA GUADALUPE TREVIÑO DE CASTRO (MGTC): Buenos días.

¡Qué alegría! ¡Qué emoción! ¡Qué entusiasmo estar en esta hermosa celebración! En esta hermosa celebración que ha organizado nuestro querido alcalde, aquí presente, en honor también de nuestra jefa de Gobierno, aquí presente también.

Muchas gracias, muchas gracias a todos, todos los integrantes del gobierno, todos trabajando con mucho entusiasmo.

Y ¿se imaginan? La Asociación Mexicana de la Dalia rodeada de dalias silvestres y cultivadas de todas porque, pues es la flor nacional de México por decreto presidencial de licenciado Adolfo López Mateos en 1963, entonces presidente de la República.

La dalia era admirada, apreciada y comercializada en todo el mundo; entonces, se decidió –todo el gabinete del presidente– que fuera nuestra flor nacional mexicana representativa; fíjense ustedes, representativa de la floricultura nacional, símbolo de la floricultura nacional.

Cuando yo digo símbolo, imagino los símbolos hermosos que tenemos, y así es nuestra dalia, debemos considerarla, respetarla, vanagloriarla, en fin, como símbolo de la floricultura mexicana.

El mundo entero está admirado, no ha perdido su admiración por nuestra flor mexicana, nunca se la han querido apropiar, siempre respetan a México por ser el país de donde es nativa, único país en el mundo que tiene dalias silvestres, de las que ha nacido más de 61 mil especies, cultivos, variedades de dalias de toda la inmensa variedad de colores que podamos imaginarnos.

Es increíble cómo, de seis colores con que nacieron nuestras florecitas silvestres, nos han prodigado toda, toda la gama de colores, tamaños y formas que podemos imaginar.

Ahorita, en el verano, el mundo se está preparando para festejar a la dalia, igual que nosotros aquí con nuestro alcalde y nuestra gobernadora, estamos listos para festejar a la dalia, porque saben, saben que es representante de México, y saben y nos invitan, estamos invitados todos los mexicanos a acompañar a todos los demás pueblos, a todas las demás personas, a acompañarlos, les gusta que vaya a México a hablar de sus dalias.

Y pues bueno, yo puedo hablar mucho, tres días seguidos si ustedes me lo permitieran, pero no, no es posible.

Es que es tan hermosa la dalia que podríamos hablar, difundirla, enseñarles a cultivarla, como lo hacen hermosamente los productores de Xochimilco, de Huamantla, Tlaxcala, del estado de Hidalgo, de Oaxaca, de Guerrero, ya muchos estados del país están produciendo flores y comercializándola.

Eso es lo que queremos, eso es un legado que nos dejaron nuestros ancestros, es una herencia, ¿qué hacemos con las herencias cuando las recibimos? Pues, nos da mucho gusto y hacemos que produzcan más y que nos ayuden, igual vamos a hacer nosotros.

Cuenten con la Asociación Mexicana de la Dalia para enseñarles a cultivar, paso por paso, las dalias y a comercializarlas.

Mucho gusto, muchas gracias y pues, seguiremos encontrándonos entre dalias.

Gracias.