Mensaje de la jefa de gobierno, Clara Brugada Molina, durante la Conmemoración del Día Mundial contra el SIDA 2024
JEFA DE GOBIERNO, CLARA BRUGADA MOLINA (CBM): Hola, buen día a todas y todos ustedes.
Hoy estamos llevando a cabo este evento, porque ayer fue el día que, de acuerdo a la ONU, tenemos que reflexionar, nuevamente hacer compromisos, acerca de este gran tema.
Primero, quiero saludar a todos ustedes, a todos los que el día de hoy acudieron a esta convocatoria, a todo el presídium. Saludo al doctor Juan Luis Mosqueda, director del CENSIDA; así como a la directora Andrea González, que nos da muchísimo gusto que nos acompañes en este evento y reclamamos tu presencia en esta gran lucha contra el VIH; así como a la secretaria Nadine Gasman y a todos los integrantes de la mesa; la licenciada Socorro García, que tomó la palabra, directora de programas clínicos de Casa de la Sal, y a todos los responsables de las distintas clínicas especializadas.
Saludo a todas las invitadas e invitados especiales, a los diputados queridos –aquí están presentes–, y a muchos activistas que el día de hoy se dieron cita.
Y creo que tenemos que empezar por ahí, en reconocer la lucha contra esta pandemia y la participación de la sociedad civil, de los grupos, de los activistas, en uno de los temas más importantes de salud pública que tenemos que tocar.
Dice la ONU que, si todos los líderes locales y mundiales hiciéramos acciones efectivas y asumiéramos el compromiso de combate al SIDA, muy probablemente esta dolorosa pandemia llegaba a su fin en 2030, esto es lo que dice la ONU, y esta es la meta que nos tenemos que proponer acá en la Ciudad de México.
Hemos escuchado las intervenciones y tenemos que hacerlo, y se basa en una gran estrategia de prevención, de detección y de atención, así que la prevención es fundamental y esa es la meta a la cual este Gobierno de la Ciudad quiere llegar.
Y no lo podemos hacer solos –como ya se dijo aquí–, así que lo primero que tenemos que hacer es un encuentro, un consejo de todas y todos los grupos, organizaciones, personas que quieran contribuir a que cumplamos y lleguemos a esta meta, y, entre todas, todos y todes, lograrla.
Miren, el IMSS-Bienestar en la Ciudad de México hizo que toda la tarea de atención pasara de manera centralizada a nivel federal, excepto algunas áreas y una de esas áreas justamente fueron las Clínicas Condesa. Y en la tarea fundamental que tiene el Gobierno de la Ciudad, si bien es vigilar que efectivamente esta transferencia de toda la capacidad de salud que tiene la ciudad se transfiera bien a nivel federal, pero la tarea fundamental hoy por hoy es la prevención.
Así que vamos a retomar muy bien, como debe de ser, este combate a la pandemia del VIH, como otras pandemias de salud pública que tenemos en la Ciudad de México, esa es nuestra tarea. La doctora Gasman no se va a encargar de ver si funcionan o no los Centros de Salud, eso le toca al Gobierno Federal, su tarea es la prevención y como lo sabemos hacer: casa por casa, territorio por territorio para lograr los objetivos, esa es la tarea fundamental del Gobierno de la Ciudad.
Y miren, es muy difícil atender prevención cuando tienes que atender atención y todo lo que implica, que funcionen los Centros de Salud, los hospitales, en fin, pero hoy tenemos esa tarea, el Gobierno de la Ciudad, de atender la prevención.
Entonces, por un lado, a mí me alegra que las Clínicas Condesa y la prevención, detección y atención en cuanto al VIH lo tengamos como Gobierno de la Ciudad, primero, porque es producto de una lucha histórica en esta ciudad y que debemos mantenerla; y, segundo, porque tenemos que avanzar considerablemente todo lo que podamos.
Los datos en el mundo, personas que viven con VIH son casi 40 millones. Y la Ciudad de México, en el 2012, concentraba el 15 por ciento del total de casos nacionales, en el 2012, perdón, en el 2015; y entre el 2012 y el 2024, la proporción bajó a 8.7 por ciento, es decir, que en un poquito más de una década se logró disminuir casi la mitad.
Por eso lo que hoy escuchamos acá es muy factible, es decir, sí podemos llegar a la meta de combatir. Miren, la Ciudad de México no está cerrada, es una ciudad metropolitana, es la capital del país, es difícil que podamos decir que vamos a lograr esa meta, si no nos acompañamos a nivel nacional, y creo que esa es la meta que también el Gobierno Federal debe tener; entonces, si nos unimos con esfuerzos podemos lograr y vamos a hacer todo en esta ciudad para lograrlo y para lograr disminuciones muy importantes.
Miren, aquí en la ciudad tenemos el mejor, el más robusto y extenso programa de atención a personas con VIH. La política establecida desde tiempo atrás, primero, por el gobierno de López Obrador, fue redimensionada por el jefe de gobierno en ese entonces, Marcelo Ebrad, y luego por hoy nuestra presidenta Claudia Sheinbaum, y ha sido un ejemplo a nivel mundial de prevención, seguimiento y atención, es decir, tenemos en esta ciudad ya un avance muy importante.
La Ciudad de México, entonces, hoy por hoy se ha convertido en el mejor centro de atención a personas que tienen VIH a nivel nacional y también lo tenemos que reconocer.
Así que estamos obligados, no con una obligación, sino por convicción, de que esto debe continuar y que debemos destinar todos los recursos y acciones necesarias para prevenir, atender y combatir el VIH con un enfoque que ya se dijo acá, que es el enfoque de la ONU y que es el enfoque de esta ciudad, que es el enfoque de derechos humanos, hay que luchar contra el estigma y también tenemos que luchar contra la discriminación que obstaculiza el derecho a la salud.
Bueno, entre la Clínica Condesa, Cuauhtémoc e Iztapalapa, ese año se atendieron más de 21 mil personas en tratamientos antirretrovirales y se han realizado más de 35 mil pruebas de VIH, y esto es importante, esto se logró en un año.
Desde ayer y hoy arrancamos 40 puntos en toda la ciudad, en una gran jornada de prevención y de detección, vean ahí, están 40 lugares ahorita en la ciudad en donde se están haciendo las pruebas, pero no es “llamarada de petate”, es decir, no es porque ayer se conmemoró el día, no, esto va a continuar.
Y al menos tenemos propuesto que en 100 días podamos atender a 50 mil personas haciendo la prueba, 50 mil en tres meses, en 100 días, más de lo que hicimos en un año; y de ahí para adelante, o sea, el crecimiento de atención en la prevención necesita de ustedes, de muchos grupos, de organizaciones, de personas y adelante. Así que arrancaron con el programa, pero no se detienen hoy o mañana, se continúa hasta concluir con las metas.
También, ayer y hoy se han iluminado los monumentos, fuentes y edificios más representativos de la Ciudad de México de color rojo, con el objetivo de visibilizar, de fortalecer, de concientizar, de difundir y de hacer prevención de esta pandemia.
Hoy es un día para alzar la voz, para decir que queremos equidad en la salud, para lograr la universalidad de la atención del VIH y acabar –como lo hemos dicho– con todos los obstáculos para el acceso.
¿Debemos de tener prioridades? Sí, debemos de ir a poblaciones –que ya se mencionó acá– vulnerables y marginadas para conseguir, entonces sí, garantizar ese acceso universal que queremos.
Queremos lograr una generación sin VIH y sin SIDA, ese es el objetivo, y garantizar para ello, también la sostenibilidad de la respuesta ante el VIH. Así que en esta capital, en la Capital de la Transformación, vamos a fortalecernos con las siguientes acciones:
Primero. Vamos a abrir una Clínica Condesa más en la Gustavo A. Madero, esto es importante porque es la alcaldía que también tiene más casos, pero también se convierte en un espacio metropolitano, que, como sabemos, este gobierno impulsa un proyecto metropolitano en muchas áreas, y una de ellas es la salud y en concreto el combate a esta pandemia.
Así que en la Gustavo A. Madero vamos a abrir una clínica, como la de Iztapalapa, como la de la Condesa, y que se ofrezcan los servicios de prevención, detección y atención; y también infecciones de transmisión sexual; así como el uso de antirretrovirales mediante la profilaxis post exposición –que ya se mencionaba– PEP, y profilaxis pre exposición, PrEP; así como la valoración médica y toda la asesoría, consejos y atención. Entonces, esta es una de las tareas que vamos a hacer en este gobierno.
Pero no queda ahí, también estaremos creando estaciones, ya no clínicas, estaciones que tengan los mismos objetivos para que cada año abramos dos estaciones de la Clínica Condesa en cada alcaldía, esto significa que en las 16 alcaldías tendremos, al finalizar el sexenio, vamos a tener una estación por alcaldía, más las tres grandes, que ahí ya no habría estación porque ya las tenemos, por lo tanto serían 13 estaciones, una por alcaldía, para que sea más fácil
¿Qué va a hacer las estaciones? Prevención, detección y distribución de medicamentos, con la finalidad de brindar atención más cercana y agilizar la atención de las clínicas especializadas, esa es nuestra propuesta.
Pero no queda ahí —no queda ahí— porque la prevención —como bien se dijo acá— necesita expandirse, necesita promoverse, así que vamos a construir 100 espacios de prevención a lo largo y ancho de la ciudad, ¿en dónde van a estar? En cada Utopía, en cada lugar que hoy estamos ya avanzando en su construcción, de tal manera, que a cualquier persona le quede a menos de 15 minutos un espacio donde pueda hacerse la prueba, donde pueda recibir orientación.
Que estos son espacios de prevención, ¿sí?, espacios de prevención; espacios de atención, las estaciones y las Clínicas Condesas especializadas y las estaciones de la Clínica Condesa; pero de prevención, 100 lugares y nos vamos a convertir la única ciudad, al menos en América, con tantos espacios de prevención profesional que vamos a tener para la Ciudad de México.
La propuesta número cuatro tiene que ver con las comunidades, tiene que ver con los territorios, así que llevaremos a cabo acciones en territorios, en comunidades, de prevención y con poblaciones marginadas en el que se pueda hacer el diagnóstico, la prevención, en fin.
También, como número cinco. Sostendremos acceso universal al tratamiento profiláctico que acabamos de mencionar con antirretrovirales, PrEP y PEP, y de esta manera vamos a garantizar el acceso a este tipo de tratamientos tan importantes en nuestro objetivo.
Vamos a continuar con estrategias contra la violencia hacia las mujeres, vamos a seguir impulsando el programa de atención a sobrevivientes de violencia sexual y la prevención de la transmisión vertical del VIH. Estas son las propuestas que hacemos, esa es la tarea.
Así que yo convoco a toda la Ciudad de México, a todas las personas a hacerse la prueba, a diagnosticarse y a acudir a los lugares que hoy por hoy tenemos para que puedan ser asesorados y, sobre todo, atendidos. Vamos a tener 40 puntos, que se van a difundir mucho, en donde se pueden hacer las pruebas.
Quiero decir entonces, para ir concluyendo, que hay esperanza, hay estrategia y hay que trabajar con urgencia, y que estamos seguros que la Ciudad de México se puede convertir en una ciudad libre de la pandemia del VIH.
Por último, quiero hacer un reconocimiento muy importante a Andrea, a la doctora Andrea González, quien fue la directora del Centro para la Prevención y Atención Integral del VIH/SIDA de la Ciudad de México y de las Clínicas Especializadas Condesa, Iztapalapa.
Bueno, a Andrea la conozco desde hace años, trabajó conmigo como asesora en temas de salud hace mucho tiempo, sé de su honestidad, de su pasión, de su compromiso. Fue pionera de muchas batallas y, desde mi punto de vista, encabezó una de las mayores respuestas gubernamentales al VIH y al SIDA en la capital.
Así que tu liderazgo, querida Andrea, ha dejado huella en la salud pública de la Ciudad de México y quiero decir que a nivel nacional. Muchísimas gracias por todo tu trabajo, por tu esfuerzo, son 16 años de trabajo en este tema y agradecemos mucho toda tu gran tarea por atender estos temas.
Y por eso vamos a darle un reconocimiento y le damos la palabra, por favor, a Andrea.
EXDIRECTORA DEL CENTRO PARA LA PREVENCIÓN INTEGRAL DEL VIH/SIDA DE LA CIUDAD DE MÉXICO Y LA CLÍNICA ESPECIALIZADA CONDESA, ANDREA GONZÁLEZ RODRÍGUEZ (AGR): Doctor Juan Luis Mosqueda; queridísima Nadine; queridísima Clara, agradezco mucho el reconocimiento.
Celebró muchísimo las propuestas que acabo de escuchar; celebró muchísimo la historia de esa mujer honesta y rebelde que hoy gobierna la Ciudad de México y a la que le tengo todo el cariño del mundo, y apelando a esa rebeldía, a esa historia de rebeldía, me voy a permitir hablar frente a este público, frente al que no se puede hablar de forma políticamente tranquila.
Hoy cierra un ciclo de 16 años en donde tuve la fortuna de encabezar un proyecto que fue un punto de encuentro, un punto del ánimo de muchas personas de diferentes enfoques por darlo todo de manera honesta y radical.
Este proyecto de 16 años hacia un proyecto radical que tenía la radicalidad de profesionales que estaban con toda la intención de dedicar sus mejores esfuerzos, por utilizar la evidencia científica y por hacer lo que se debe hacer —aquí hay muchos de ellos—; grupos sociales que ya eran la vanguardia hace 16 años en la atención de los olvidados, de los más necesitados; grupos de personas que nos costó ganarnos la confianza porque en un tema en donde hay discriminación, que es la palabra civilizada para hablar del odio y del rechazo de la homofobia, de la transfobia y de la misoginia, es atender a esos grupos, a esos grupos de los olvidados es lo más difícil y también lo más satisfactorio.
Hay que mirarlos a los ojos, no se puede decir lo que los demás quieren oír, se tiene que decir lo que pasa, entonces es un proyecto radical.
Este es un equipo de trabajo, el que tiene enfrente, de personas muy rebeldes, no aceptan que no haya un medicamento, tiran las puertas de las oficinas, dicen lo que piensan y lo que ven, no están acostumbrados a quedar bien y están en la trinchera.
Y uno no puede decir que no, uno no puede decir que no, porque estamos frente a personas que hacen lo que tienen que hacer como lo tienen que hacer, y a uno no le queda de otra, tiene que hacerlo igual. Yo creo que durante los 16 años tuve fama de radical y de rebelde, y la verdad es que los rebeldes eran ellos. Realmente encabezar este espacio fue ese ánimo de la ciudad.
Hay dos personas fundamentales en el ánimo, que no están entre nosotros, que son la mirada y el sueño de ese gran programa, Arturo Díaz Betancourt; y la estrategia de unir a lo imposible, Jaime Montejo. No están entre nosotros, pero la verdad es que fueron los pilares de este programa.
Les entrego el Centro de Atención de VIH más grande fuera de Europa, más grande del continente, el centro de diagnóstico más grande del continente, y el centro de prevención más grande del país. Agradezco infinitamente que nuestra querida jefa de gobierno hoy respalde la universalidad de los servicios de diagnóstico y de prevención.
Doctor Mosqueda, la rebelde no soy yo, los rebeldes están ahí enfrente. Hay que mirarlos a los ojos y hay que mirara a los ojos a las poblaciones y son la vanguardia.
Muchísimas gracias por la confianza, muchísimas gracias por la exigencia. Muchísimas gracias por esa auditoría ciudadana cotidiana, muchísimas gracias por haber hecho de ese espacio público un babel, un espacio que es de todos, de todas, de todes, de un espacio que es lo mejor de la civilización humana, un espacio de diversidad y un espacio de diferencias y un espacio de conflictos y un espacio dinámico.
De verdad son el mejor equipo, quisiera contestar a mi querida jefa de gobierno a la pregunta privada, es un ciclo de 16 años y la verdad es que estos equipos han rebasado todas las expectativas y creo que lo mejor para la ciudad es que sean energías nuevas, mentes nuevas, formas nuevas las que le puedan dar el siguiente impulso a este proyecto.
Creo que yo en un lugar dará un obstáculo y sé que muchos lo piensan, me había obsesionado con muchas circunstancias y creo que se necesitan energías nuevas, pero, pero de verdad es simplemente entender que es un ánimo, que es una radical forma de trabajar éticamente, doctora Patricia Rodríguez, muchas gracias por su ejemplo y pues me voy muy contenta y dejo en las mejores manos este proyecto que sé que tendrá una larga vida y que va a ser muchísimo mejor.
El reconocimiento para todos, para quien me propuso, aquí está Alejandro Brito y para quien me obligó a aceptar este espacio, la doctora Patricia Volkow.
Muchísimas gracias a todos.
SECRETARIA DE SALUD, NADINE GASMAN ZYLBERMANN (NGZ): Buenos días a todas, a todos, a todes, un gusto estar en este lugar tan espléndido para conmemorar este Día Internacional.
Yo quiero saludar con mucho afecto a la jefa de gobierno, Clara Brugada, agradecerle la hospitalidad, estamos en su casa.
Agradecerles a todas las personas que están en el presídium; y, especialmente, al doctor Juan Luis Mosqueda Gómez, director del CENSIDA, por hacer esta coordinación federal y de la Ciudad de México; a nuestra querida Andrea González, que nos da muchísimo gusto que nos acompañe en este momento.
Y a todos y todas las que están aquí con nosotros, pero especialmente a los que están enfrente, los que están aquí que son parte de la comunidad que trabaja para prevenir, para atender el VIH/SIDA.
Este día, hay que reconocerlo, es el producto de la lucha de las organizaciones sociales que visibilizaron y demandaron con urgencia luchar contra el SIDA, y yo quiero decir que, desde el inicio, con una perspectiva de derechos humanos y esto es algo que fue –los que somos de los ochenta, los que ya estábamos– muy importante, esta precisión de la importancia de luchar contra el SIDA, el VIH/SIDA, con una perspectiva de derechos humanos.
Este día se lanzó en 1988, por la Organización Mundial de la Salud que proclamó el 1 de diciembre como el Día Mundial de Lucha contra el Sida.
Es una conmemoración que tiene dos aristas: por un lado, es una invitación a reflexionar sobre la importancia que tiene este problema en términos de salud pública y de derecho humanos; y, segundo, y está conmemoración es una demostración de eso, la importancia de unir esfuerzos y reafirmar nuestro compromiso para seguir trabajando juntas y juntos en la lucha contra el VIH/SIDA.
Es por eso que es tan importante que estemos aquí y que veamos este evento como este propósito de unir voluntades, unir acciones, que es uno de los sellos del gobierno de nuestra jefa de gobierno, Clara Brugada, unir, juntar, hacer sinergias.
Este día es un día en que recordamos las historias de vida, el coraje y la resiliencia de quienes se enfrentan y han enfrentado el VIH, y celebramos el esfuerzo constante de comunidades, activistas y profesionales de la salud que han hecho de esta causa su misión, una misión de vida; son ellos, ellas y elles quienes nos inspiran a seguir adelante.
En este segundo piso de la Cuarta Transformación, con el liderazgo de nuestra jefa de gobierno, tenemos la responsabilidad de convertirnos en una ciudad que produce salud, donde la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades están al centro de nuestro quehacer.
Y en el marco de este día, cuyo lema a nivel internacional es “Sigamos el camino de los derechos”, ponemos en el centro los derechos humanos, porque la salud –como sabemos y estamos trabajando– es un derecho, y entonces tenemos que garantizarla, con igualdad, con equidad, sin discriminación, sin estigmas, para que todas las personas puedan vivir con dignidad, con esperanza y bienestar. Hoy es buen momento para que reafirmemos nuestra responsabilidad colectiva por construir una sociedad más justa, más empática y con justicia social.
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana es un retrovirus que ataca el sistema inmunológico, debilitando la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades; si no se trata, el VIH puede progresar hacia el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, SIDA, una etapa avanzada de la infección caracterizada por infecciones oportunistas y ciertos tipos de cáncer.
Desde su identificación en la década de los ochenta, el VIH ha representado un desafío global de salud pública afectando a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, gracias a los avances en diagnóstico, tratamiento y prevención, la calidad de vida de las personas con VIH ha mejorado significativamente, es una historia donde, entre los ochenta y ahora, la historia es totalmente diferente.
En México, a finales del 2020, se registraron 380 mil personas con VIH y 240 mil reciben tratamiento, 5 mil fallecieron. De 2014 a 2024, se han diagnosticado 167 mil 947 casos de VIH a nivel nacional, de los cuales, la Ciudad de México reportó 14 mil 588, lo que representa 8.7 respecto al total nacional.
En México, la epidemia es una epidemia concentrada, donde el 92 por ciento de las personas que viven con VIH son hombres y 8 por ciento mujeres; y las alcaldías donde hay más casos de VIH son la Cuauhtémoc, Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
El Estado de México tiene la proporción más alta a nivel nacional, 11 por ciento, por eso es tan importante tener una estrategia metropolitana, porque muchas de las personas que tienen VIH se diagnostican y se tratan en la Ciudad de México, específicamente en las Clínicas Condesa.
El diagnóstico de VIH es clave para detectar la infección de manera temprana, iniciar tratamiento adecuado y prevenir la progresión hacia el Sida. Las personas con VIH que reciben tratamiento antirretroviral logran suprimir la carga viral, lo que impide la transmisión del virus a sus parejas sexuales; el acceso oportuno a tratamiento junto con el uso constante, es esencial para mejorar la calidad de vida de quienes viven con VIH y, especialmente, para prevenir la propagación del virus.
Un objetivo crucial del tratamiento contra el VIH es lograr que la carga viral de una persona se reduzca a niveles indetectables, de esta manera se puede parar la transmisión a sus parejas seronegativas.
La Ciudad de México ha sido icónica en implementar diversas estrategias para la prevención y atención del VIH/SIDA con un enfoque integral de salud pública. Las Clínicas Condesa, localizadas en las alcaldías Cuauhtémoc e Iztapalapa, ofrecen servicios gratuitos enfocados en la atención integral de las personas con VIH y la prevención de infecciones de transmisión sexual.
Entre sus principales servicios destacan: la detección y diagnóstico de VIH, Sífilis, Hepatitis B y C; el tratamiento antirretroviral administrado por personal especializado; programas de prevención, como la profilaxis preexposición y postexposición; la atención a sobrevivientes de violencia sexual; servicios inclusivos para personas trans; asesoramiento psicológico y psiquiátrico; vacunación para prevenir infecciones como el Virus del Papiloma Humano, la Hepatitis B, Influenza y Neumococo.
Y estas clínicas garantizan una atención integral, inclusiva y de calidad, y con un abordaje comunitario muy importante donde se trabaja desde la comunidad, con la comunidad y de la mano de las organizaciones de la sociedad civil.
Estos servicios se reconocen como un referente en toda la ciudad, en todo el país, en la región y –yo diría– en el mundo; son parte del esfuerzo de realmente tener un abordaje integral que reconoce la importancia de la promoción de la salud, de la prevención, de la enfermedad y de su tratamiento.
Y quisiera llamar también la atención a otro avance que hemos tenido en la Ciudad de México, que es derogar el delito de peligro de contagio del Código Penal, y esperamos –y se lo encargamos a nuestro diputado y diputadas– que esto se apruebe a nivel nacional.
Quiero concluir con una frase de Judith Butler, que dice: “Cualquiera que sea la libertad por la que luchamos debe ser una libertad basada en la igualdad”.
Muchísimas gracias.
DIRECTOR DEL CENTRO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN Y EL CONTROL DEL VIH Y DEL SIDA DE LA SECRETARÍA DE SALUD DEL GOBIERNO DE MÉXICO, JUAN LUIS MOSQUEDA GÓMEZ (JMG): Buenas tardes. Agradezco la invitación y saludo a la jefa de gobierno, licenciada Brugada, muchísimas gracias por la oportunidad; y saludo también, con mucho gusto, a la doctora Gasman por esta oportunidad de estar aquí sentados juntos, pero como una muestra de estar trabajando juntos, ante todo.
Y me permito hacer mías las palabras de presentación del resto de quienes están aquí en el presídium para no prolongar más.
Pero, particularmente saludar a todas las personas que están afectadas por el VIH; a las personas que trabajan en la detección, en la prevención y en la atención del VIH, porque eso es lo que nos tiene aquí reunidos.
Y uno se preguntaría: ¿y por qué un día mundial? ¿Por qué tener un día mundial de esta respuesta contra el VIH? Porque nos hace recordar, que aunque parece que ha cambiado, porque las cosas se han modificado en el transcurso de los años, es una epidemia que sigue: el día de hoy sigue habiendo niños, niñas, niñes, mujeres, hombres, de todo, que hoy adquieren VIH, y que siguen sufriendo por el VIH.
Ha cambiado, sin duda alguna, ese escenario de los ochenta que tener VIH era un equivalente a morir, a morir rápidamente, a morir dramáticamente; hoy día se ha convertido en un escenario de esperanza, pero para que ocurra requiere del trabajo que realizamos todos y cada uno de nosotros.
Y cuando digo todos y cada uno de nosotros, el Gobierno Federal, el Gobierno de la Ciudad de México, el trabajo que hace la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud, pero sin duda alguna –como lo han mencionado– el trabajo que hace la sociedad civil, porque es un trabajo que ha estado presente desde el inicio de la respuesta a la epidemia, cuando al alzar la voz por la respuesta ante el VIH no había suficiente respuesta y es la sociedad civil quien levanta la voz.
Y quisiera retomar el lema del Día Mundial del año pasado –y dice– “que lideren las comunidades”, porque así tiene que ser, porque donde está la respuesta es en las comunidades afectadas, son quienes saben lo que necesitan, saben lo que han vivido y saben hacia dónde se deben dirigir los esfuerzos. Y es responsabilidad de nosotros, el escuchar y el trabajar de forma conjunta, porque la toma de decisiones unilateral o unipersonal, sin duda alguna, puede ser errónea si no escuchamos a las comunidades.
Por eso debemos desarrollar con las comunidades un trabajo conjunto, organizado y apegado a la normatividad, que nos permita los avances necesarios en estas metas que tenemos visualizadas hacia el 2030, porque no podemos ver y decir, “no, creo que nos falta mucho”, tenemos que voltear a ver y decir: “sin duda podemos, sin duda tenemos que caminar hacia el logro de esas metas”.
Tenemos trabajo que se ha realizado, sin duda alguna, pero podemos ver que en México se estima que viven 380 mil personas con VIH, el 17 por ciento de ellas ni siquiera saben que tienen VIH. Y entonces, todo lo que podamos decir de mejores medicamentos, de mejor atención, de mejor sobrevida, pronóstico, calidad de vida, son palabras huecas porque no hay manera de hacer llegar eso a las personas que aún no saben que viven con VIH.
Y no saben que viven con VIH porque no han recibido una prueba de VIH, porque no se perciben en riesgo, porque el mismo personal de salud no los percibe en riesgo; y no perciben ese riesgo porque ese riesgo ha estado permanentemente ligado a prejuicios, ligado a discriminación, ligado a señalamiento de grupos muy específicos que siempre van dejando fuera a las personas.
Sí, sin duda alguna, ahorita mencionaron cifras, en México la mayor parte de las personas afectadas son hombres, hombres que tienen sexo con hombres; pero están las mujeres trans, como una población notoriamente afectada; pero tenemos a las mujeres cis, que en esa expansión acaban siendo una minoría dentro de las minorías; los niños, seguimos teniendo niños que nacen con VIH, es algo inaceptable, hoy en día no debería nacer un niño con VIH.
Y ahí abogo, por favor, doctora Gasman, usted lo sabe muy bien, es un tema que podríamos terminar si todas las mujeres embarazadas recibieran la oferta de una prueba de VIH; si les hacemos una oferta a todas, porque tiene que ser así, sin prejuicios, sin discriminación, sin pensar “yo creo que usted sí puede tener VIH; yo creo que usted, no”, si hacemos esa oferta de forma universal podríamos lograr el tratamiento adecuado de una persona durante el embarazo y lograr tener niños sanos.
Así que son objetivos alcanzables que hoy en día son viables y que nos han detenido cuestiones estructurales, cuestiones sociales y particularmente de prejuicio y de discriminación.
Tenemos otros avances, la prevención ha cambiado, ahorita lo mencionaron, ya cambiamos, claro, hay que seguir fomentando el uso de condones, lubricantes, todo eso; pero también las intervenciones con medicamento, el uso de la PrEP, y es un logro que en México haya PrEP, pero tenemos la responsabilidad de hacerlo más accesible, de implementarlo al ampliar la oferta de los lugares, la cercanía a las personas que lo requieren y en eso, nuevamente, requiere el trabajo de todas las instituciones, pero requiere el trabajo con las comunidades.
Ahorita mencionaban, ha sido icónico las Clínicas Condesa, un eje de prevención, de atención, de diagnóstico, pero es insuficiente, es insuficiente. Y crearon una Clínica Condesa Iztapalapa, con mucho cariño, con mucho esfuerzo, con mucho desarrollo, y sigue siendo insuficiente, porque se requieren más lugares, porque se requiere la participación de más actores.
Y solo en esa manera, visualizando una expansión de los lugares, facilitando la mejoría de los procesos, es como se puede ampliar el acceso a todo lo que se requiere; porque, además, cuando se decidió en México crear clínicas especializadas para la atención y prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, las Clínicas Condesa lo entendieron perfecto: se requerían esos lugares especializados, pero se requerían esos lugares de atención integral, se requerían esos lugares especializados de atención integral, pero, además, de acceso seguro, libres de estigma, libres de discriminación.
Por eso es difícil hablar de VIH en México, sin hablar de lo que han trabajado las Clínicas Condesa, y cuando digo Clínicas Condesa, tampoco podemos hablar de Clínicas Condesa, sin hablar de Andrea, que aquí nos acompaña el día de hoy.
Así que creo que tiene que llegar el momento también, no ser tan creativo, “a ver qué se me ocurre que podamos hacer en los avances”, hay lecciones aprendidas de lo que ya funciona, hay lecciones aprendidas de lo que no funciona, y siempre hay caminos que hay que saber cerrar, “esto no salió bien y hay que retomar un camino”; hay caminos que sabemos que están funcionando y hay que retomarlos y hay que impulsarlos.
Así que, desde el CENSIDA, la instrucción que tengo de nuestro secretario de Salud, el doctor Kershenobich y de la presidenta Sheinbaum, es trabajar en conjunto, trabajar por avanzar en la respuesta al VIH, porque tenemos que tener una México donde todos, todas y todes tengan acceso a la prevención, al diagnóstico oportuno y a la atención del VIH.
Muchísimas gracias.
DIRECTORA DE PROGRAMAS CLÍNICOS EN LA CASA DE LA SAL A.C., MARÍA DEL SOCORRO GARCÍA ESTRADA (SGE): Muchas gracias. Buenos días a todas, todos, todes, en representación de nuestra directora general de La Casa de la Sal A.C., la licenciada Nieves Rión Del Olmo, reciban un cordial saludo las distinguidas personalidades del presídium y a cada una de las personas aquí presentes.
Agradecemos a quienes organizaron este acto conmemorativo del Día Mundial del VIH/SIDA, por la invitación para reflexionar un poco sobre la importancia de la participación de la sociedad civil en la respuesta de la pandemia tan fuerte que todavía tenemos y para hablar brevemente de este tema.
También este es un día para recordar a las personas fallecidas y que abrieron camino para alcanzar lo que hasta hoy hemos logrado, y para reafirmar nuestro compromiso con los retos que aún enfrentamos como sociedad.
Hace cuatro décadas el mundo enfrentó por primera vez una pandemia que transformó nuestras sociedades y que sigue impactándonos hasta la fecha. Desde entonces, en México las organizaciones de la sociedad civil también hemos estado al frente, respondiendo con profesionalismo, solidaridad, creatividad y compromiso.
Históricamente, una de estas respuestas, de entre muchas, recordaremos, –veo aquí muchas personas que estuvieron en ese momento– el Frente Nacional de Personas Afectadas por VIH/SIDA, el FRENPAVIH, se manifestaron con pasamontañas blancas frente al Hospital Siglo XXI y Secretaría de Salud, dando claro ejemplo de incidencia política que coadyuvó a algo muy importante, al acceso universal del medicamento antirretroviral.
Otro evento en 1999, por mencionar algunos solamente, junto con la participación de las sociedades civiles se creó la Clínica de Especialidades Condesa, siendo el Centro de Salud enfocado a la prevención, detección y atención del VIH en el país y en la Ciudad de México –todo un ejemplo a seguir y que ojalá ese modelo se pueda replicar a nivel nacional– que, junto con su réplica, la Clínica Especializada Condesa Iztapalapa en el 2015, son un espacio de inclusión, de no discriminación, donde el derecho a la salud se concreta y se ve día a día.
Una respuesta más recientemente fue en el 2019, fue con el nuevo paradigma del tratamiento antirretroviral presentado por un grupo de expertos médicos en materia de VIH, el doctor Reyes Terán, el doctor Sierra, que junto con organizaciones de la sociedad civil como representantes del Consejo Ciudadano para VIH e ITS de la Ciudad de México –estuvo presente México Vivo, Letra S y otros activistas– fue muy importante para que justamente se alcanzara y se adquiriera el medicamento Biktarvy, que es de primera línea actualmente.
La importancia de la sociedad civil ante la respuesta del VIH en México ha estado presente desde el principio de la pandemia, y se hace visible específicamente en la Norma Oficial 010 de Secretaría de Salud en materia para la prevención y control del Virus de la Inmunodeficiencia Humana, donde se refuerza la protección normativa al trabajo comunitario, al reconocer como proveedor comunitario de salud y cito: “a cualquier persona que ejerce funciones relacionadas con la provisión de servicios sanitarios y que ha sido capacitada para proveer servicios específicos, pero que no tiene una titulación profesional o para profesional, ni un grado de educación universitaria”.
Es importante que aquí las asociaciones civiles hagamos énfasis, este párrafo es súper importante justo porque el hecho de que no estemos insertas, insertos en un modelo de hospital o clínica del sector público, no hace que nuestro trabajo no sea profesional; es muy profesional y nos tenemos que adecuar y adherir a la normatividad que nos marca la Secretaría de Salud con todo lo que esto implica: pocos recursos cada vez, pocos recursos económicos; muchas dificultades en cuanto a la organización, ustedes saben que han desaparecido muchas asociaciones civiles, esto hace falta cada vez más el apoyo a las asociaciones civiles en respuesta a VIH.
Es así como las organizaciones de la sociedad civil no solo complementamos los esfuerzos institucionales, sino que somos un componente esencial en las acciones de prevención, detección oportuna y atención de las personas con VIH, desde un enfoque integral y humano. Es así como en muchos casos somos el primer contacto en la cascada de atención de VIH, brindando apoyo y servicios sin discriminación, con profesionalismo, inclusivos, amigables y cercanos.
Este esfuerzo colectivo ha sido crucial para construir la respuesta nacional a la pandemia y mantener viva la esperanza de millones de personas y me da muchísimo gusto que la doctora Nadine también lo haya señalado en su discurso.
Este esfuerzo colectivo ha sido crucial para esta respuesta y el lema de este año, “Sigamos el camino de los derechos”, nos inspira a redoblar esfuerzos para lograr la meta de erradicar el SIDA en la salud pública para el 2030, ¿por qué no? marquémonos esa meta todavía, luchemos por alcanzarla.
Debemos superar retos y desafíos persistentes que limitan nuestro alcance y el impacto colectivo. Y cito un párrafo casi textual del comunicado que el Consejo Ciudadano publicamos el día de ayer, somos varias asociaciones civiles y dice:
La agenda nacional en la materia requiere una respuesta de Estado prioritaria en los siguientes rubros, por mencionar tan solo algunos, son 15 los que mencionamos en nuestro comunicado, aquí mencionaré algunos.
Algo que nos inquieta, nos preocupa y que hay que ocuparnos, es el recorte al financiamiento en salud, que repercute directamente en la atención de las personas con VIH y a la capacidad de respuesta de las organizaciones civiles y centros comunitarios.
Mejorar la infraestructura y modelos de atención de los CAPASITS y Clínicas Condesa, fundamentales para una atención de calidad.
Garantizar la disponibilidad de las profilaxis como PrEP, PEP; así como insumos, como las pruebas rápidas de detección para Sífilis, VIH, Hepatitis C, condones y lubricantes.
También, fortalecer estrategias de salud mental, casi siempre es la parte olvidada de la salud. La salud mental dirigida a personas con VIH y poblaciones clave, un componente esencial para el bienestar integral.
Es necesario visibilizar y atender las necesidades de las infancias con VIH; casi siempre, por ser minoría, no son visibles. Tan solo en este primer semestre en Casa de la Sal atendimos casi a 100 niños, niñas, niñes con VIH. Y también, insistimos, en que podamos hacer todo el esfuerzo para eliminar por completo la transmisión vertical; todos estos niños que atendemos regularmente están en el IMSS, Siglo XXI y La Raza, y son niños, niñas, niñes que vienen del sureste del país, los estados más pobres.
Promover campañas permanentes contra el estigma y la discriminación, garantizando los derechos humanos de las personas con VIH y grupos en situación de vulnerabilidad.
Estos y otros retos más no son abstractos, impactan vidas, van más allá de cifras, limitan derechos y perpetúan desigualdades.
Hoy más que nunca hacemos un llamado a las autoridades de todos los niveles: reconozcamos el valor del trabajo comunitario y generemos las condiciones necesarias para que las organizaciones de la sociedad civil sigan siendo un motor más de cambio. La colaboración es la única vía que garantiza que nadie se quede atrás y poner freno a la pandemia.
Generemos espacios de diálogo y articulación continua, no solo este día, sino todos los días del año.
Incorporemos el trabajo comunitario como un eje transversal y prioritario en los programas y planes de gobierno, para seguir construyendo una respuesta nacional sólida y permanente.
Las organizaciones de la sociedad civil estamos listas para sumar nuestras experiencias, alcance y compromiso. Si trabajamos juntos, gobierno y comunidad, podemos construir una respuesta que ponga en el centro a las personas, priorizando a las poblaciones clave y a quienes han sido históricamente más afectadas.
Finalmente, agradecemos profundamente la confianza que nos han brindado las personas con VIH: hombres, mujeres, niños, niñas, niñes, adultos mayores, adolescentes, sin ustedes no tendría razón de ser nuestra labor.
También agradecemos a las personas activistas, grupos y organizaciones de la sociedad civil, por el trabajo desde sus trincheras y también el trabajo colaborativo que hemos desarrollado durante 40 años.
Reiteramos que la colaboración entre gobierno y sociedad civil es el camino para establecer y garantizar políticas públicas que pongan freno a la pandemia, que brinden mejor atención y respeto a los derechos humanos de las personas.
Sabemos que un futuro sin SIDA es posible, pero no llegará solo, llegará cuando sumemos fuerzas, cuando cada esfuerzo, cada estrategia y cada acto tenga como centro a las personas, porque al final del camino lo que nos mueve no son cifras, sino vidas, sueños, ilusiones, derechos que merecen ser plenamente vividos; sigamos, juntos, juntas, este camino.
Y si me permiten, como la frase de La Casa de la Sal, el lema de Casa de la Sal, sigamos siendo un eco al dolor callado”.
Muchas gracias por su atención.