Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; y del director general del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, durante entrega de libros a libroclubes, clubes y salas de lectura "21 para 21, fomento a la lectura en la Ciudad de México"

Publicado el 18 Septiembre 2021

JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muchas gracias, Paco. Me da mucho gusto iniciar esta campaña del “21 para el 21” en la Ciudad de México.

Quiero... estaba recordando ahora que, la primera vez que yo vi a Paco personalmente –porque yo leía “Belascoarán” cuando estábamos en la facultad–, y me tocó, pues el movimiento del CEU, del Consejo Estudiantil Universitario, en el 86, 87 –hay muchos compañeros aquí–.

Y, recuerdo una de las manifestaciones –la primera que hicimos hacia el Zócalo de la ciudad en defensa de la Educación Pública– que se apareció Paco Taibo II, y todos empezamos a brincar de alegría –porque yo no lo conocía personalmente–; y realmente Paco, pues, es un activista social, un historiador, un novelista y, sobre todo, es un gran personaje en el movimiento social de nuestro país, no solamente por la promoción de la Cultura, la lectura, sino por lo que significa hacer ensayos que reivindiquen de una manera distinta la Historia de México; y que, al mismo tiempo, no deje de ser una persona que promueve todos los días el cambio social en nuestro país.

Ese es el director actual del Fondo de Cultura Económica, que nos sentimos, no solamente orgullosos de conocerlo, sino de que sea parte de la Transformación de nuestro México desde hace mucho tiempo. Así que, gracias, Paco, por este “21 para el 21” en la Ciudad de México.

Tiene, además, la gran virtud –desde aquellas novelas–, pues de conocer la ciudad de cabo a rabo, de Norte a Sur, de Este a Oeste; y, tiene, ahora, pues una misión que encabeza desde el Fondo, pero que queremos que la encabece también en la ciudad, que es la promoción de la lectura en la Ciudad de México.

Y, ¿por qué es importante este acto? Dice Andrés Manuel López Obrador, nuestro Presidente –no sé si ya leyeron el último libro “A la mitad del camino”–, en su primer capítulo –que, por cierto, lo dijo en el último Informe–, dice que, para que la Transformación sea irreversible –y lo ha dicho desde hace mucho tiempo–, pues tiene que haber una revolución en las conciencias.

Esa Transformación irreversible tiene que ver con que, la gran mayoría de los mexicanos, siempre habrá debate cuando hay Democracia, siempre habrá quien piense distinto; pero tenemos una labor –no solamente desde el gobierno, sino principalmente como ciudadanos– de transformar las conciencias de los habitantes de nuestro país.

Y, eso fue, en realidad, lo que pasó en esta revolución pacífica en las urnas, en junio del 2018; se transformó la conciencia de nuestro pueblo por un cambio de fondo, de raíz, pacífico, un cambio que promueve la dignidad y el bienestar para el que menos tiene; pero, al mismo tiempo, que promueve un cambio en la manera en que hemos visto la Historia, o que nos han enseñado la Historia.

Ayer –o antier– cuando fue el evento aquí en el Zócalo, que el Presidente cita a Paco Taibo en la descripción de cómo mencionaban a Hidalgo o cómo se ha descrito a Miguel Hidalgo a lo largo de la historia; y, cómo, hoy, representa la figura que representa, que es el iniciador de la Primera Transformación de México; de la misma manera, nosotros hacemos cambio, o cambios culturales.

Esta Transformación en México, esta Cuarta Transformación ha dejado a relucir un enorme y profundo clasismo y racismo que hay, no solamente en nuestra ciudad, sino en muchos lugares de México.

Y, se nota cuando decimos que se va a mover a la estatua o al Monumento de Colón a otro sitio, para poner en el centro de Reforma a una mujer indígena porque queremos darle voz a quien nunca ha tenido voz; y, entonces, ahí salen todas las manifestaciones de racismo que estaban como ocultas, y es parte de lo que es el debate actual; y, la única manera de transformar y de reconocer –en nosotros mismos y en los demás– la Transformación que está viviendo México y que perdure esta Transformación, es que perdure el cambio en la conciencia de la gente, en la visión de nuestro México y en una visión de un México más justo, un México de bienestar.

Un México en donde el Estado tenga la labor, no solamente de disminuir las enormes desigualdades y proveer justicia social, sino también de proveer cultura como un derecho.

Y, en este 21 –“21 para el 21, lo que queremos hacer, con el Fondo de Cultura y con Paco, pues es llevar esta promoción de la Cultura en una campaña que jamás se ha visto en la Ciudad de México, de proveer y de promover la lectura, precisamente, para promover la discusión, el debate y esta revolución de las consciencias que es indispensable –todavía y siempre– en la ciudad y en el resto del país.

Y, ahora que, pues que me mandó Paco el primer paquete de libros del “21”, el primero que escogí –de nuevo– para leer es el de “Canek”, de Emilio Abreu Gómez. Y, quiero leer algo que me recordó... –perdón por los lentes– dice:

Canek habló a Guy:

—Mira el cielo; cuenta las estrellas.

—No se pueden contar.

Canek volvió a decir:

—Mira la tierra; cuenta los granos de arena.

—No se pueden contar.

Canek dijo entonces:

—Aunque no se conozca, existe el número de las estrellas y el número de los granos de arena. Pero lo que existe y no se puede contar y se siente aquí dentro, exige una palabra para decirlo. Esta palabra, en este caso, sería inmensidad. Es como una palabra húmeda de misterio. Con ella no se necesita contar ni las estrellas ni los granos de arena. Hemos cambiado el conocimiento por la emoción: que es también una manera de penetrar en la verdad de las cosas.

Y, eso es lo que se trata “21 para el 21”, de cambiar conciencias, de la inmensidad que representa esta Cuarta Transformación de la vida pública de México.

Muchas gracias, Paco.

DIRECTOR GENERAL DEL FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, PACO IGNACIO TAIBO II (PIT): Vamos a romper los protocolos, compañeros; esto es –como ustedes sabrán–, rápidamente, este es un mitin; y, somos un gobierno que llegamos al poder, en esta ciudad –hasta nos tiraron sillas en algunos momentos de nuestra vida–, y queremos cambiar el protocolo, estamos en familia.

Se encuentran, con nosotros, Claudia; se encuentran Salas de Lectura, Promotores de la Lectura de Clubes de Lectura, Libroclubes, PILARES; o sea, toda la red protagónica del trabajo de Fomento a la Lectura de la Ciudad de México; ustedes, no los marcianos, no un funcionariado burocrático. No, voluntarios, militantes de la lectura, que saben que el libro cambia la vida.

Y, bueno, hay por ahí algunos que todavía no se han enterado, pero ¿será porque no leen?, ¡maldita sea!, ¿no? A ver si se enteran de una vez que ustedes cambian la vida; y, lo que empuja este cambio es el libro, reflexionar sobre nuestra historia, sobre nuestro pasado, sobre el futuro, sobre la manera de entender el amor, la soledad, la vida, el miedo, el riesgo; está en la literatura, está en la Historia.

Y, entonces... bueno, esta es el inicio de una distribución masiva que –como siempre que hay que decir números, pierdo el papelito donde debería tenerlo y, luego, encuentro el recibo del gas–.

Aquí hay 85 Salas de Lectura del Programa Nacional “Salas de Lectura”; hay 200 Libroclubes de los lugares más variados, colonias, escuelas, Normales, barrios; hay 211 PILARES, y 150 miembros del Programa de “Libroclubes” de la Ciudad de México.

Son ustedes el ejército y, cada vez que se llevan un paquete de libros, no se lo llevan para guardarlo en su casa, para arrinconarlo a una biblioteca, lo llevan para ponerlo en las mesas, circularlo, leerlo, moverlo, discutirlo, platicarlo.

Voy a intentar ser muy breve, a pesar de que me emocionan este tipo de reuniones, cuando nos vemos en familia, de cara a cara, compañeros y compañeras, que los hemos visto –a lo largo de estos años– esfuerzos tremendos para, a pesar de la pandemia, sostener la red de Fomento a la Lectura, que ha estado creciendo a pesar de la pandemia; y, que duplicaremos, en muy poco tiempo, el número de estructuras que están ligadas a ella.

Y, “21 para el 21” es el gran salto, es la operación más grande que se va a producir en toda América Latina en su historia: 2 millones 100 mil libros para regalar a la población; y, si ven a alguien que quiere venderlo, denle la mano o un zape, en chinga, ¿sí?, porque son para regalar.

Y, cumplimos una labor normal de un gobierno democrático y popular, que es regalar libros a sus ciudadanos; y, ustedes saben el valor que tiene cada paquete que se están llevando, saben cómo pueden extender el fomento a la lectura; saben que un mexicano que lee es un mexicano que crea pensamiento crítico y que no está sometido a la dictadura mediática, al rumor, al chisme, a la distorsión de la Historia, al analfabetismo funcional.

Venimos de un país donde había un presidente que decía que había leído tres libros y no se acordaba de ninguno de los tres en su vida; que decía que había leído la Biblia, pero no toda; venimos de un país donde veía recorrer a Fox la Feria del Libro y no ver un solo libro en todo su recorrido –quién sabe que andaba buscando, entonces, en una Feria del Libro–; venimos de un país donde el analfabetismo gubernamental privó, donde las campañas de Fomento a la Lectura eran, sobre todo, demagogia.

Y, aquí, cambió, aquí cambió: aquí, las campañas de Fomento a la Lectura son ustedes; somos ciudadanos, ciudadanos que quieren una transformación radical.

No quiero extenderme demasiado en el rollo, prefiero oír a Claudia porque, cuando Claudia interviene, yo digo: “¡ah, dijo...!, y embarcadota que me metió” como, por ejemplo, esta semana decidió que vamos a distribuir “Vientos del Pueblo” en puestos de periódicos en la Ciudad de México. Y, me enteré cuando la estaba oyendo y, al día siguiente, ya estábamos armando la red de distribución: libros de 10, de 11, de 20 pesos –los más caros– a disposición de la población.

Anunciarles, también, que empieza la Feria del Libro del Zócalo –muy importante–, hay que meterle caña, hay que motivar la presencia de la gente en la Feria del Zócalo; y que, en esa feria que empieza el día –¿3, 4, 5, 8?, ¿8? – el 8 – mi disco duro sería (inaudible), que está ahí–, el día 8 empieza la Feria del Libro aquí, al lado del Zócalo.

Y, el 17, el día en que termina, en la clausura, anunciamos el principio de la gran campaña del Fomento a la Lectura en la Ciudad de México –que se van a volver locos, compañeros–: Librobuses a todos los barrios, regalos de libros en colonias donde los niños no tienen un libro, Fomento a la Lectura en los puntos negros de analfabetismo en la Ciudad de México para ir con el INEA y alfabetizar, a reuniones en todos lados, a debates, lecturas, presencia de escritores en todos sus Libroclubes, la gran campaña.

Luego les daremos los detalles porque estamos armando un plan muy complicado, de muchas acciones, un plan de 100 acciones a la semana, a lo largo y ancho de toda la ciudad.

El 17, están invitados a la clausura y daremos noticia de todo esto.

Y, sin mucho más, pues invito... –yo soy Paco y ella es Claudia, dejémonos de protocolos, por Dios, ¡somos ciudadanos que llegó al poder en nombre de la democracia, hombre!–, dejo a nuestra Jefa de Gobierno tomar la palabra.

Muchas gracias.