Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, durante el recorrido en la exposición de Felipe Carrillo Puerto, en las rejas del Castillo de Chapultepec

Publicado el 15 Abril 2024

amigos, qué bueno que vinieron, la historia es muy importante, es la voz del pueblo.

Gracias a los integrantes del presídium y gracias por sus palabras.

Felipe Carrillo Puerto es, ciertamente, como dice el nombre de esta exposición, “El alma del Mayab”, pero nunca estuvo solo, fue parte de un alma colectiva. Junto con él, estaban en el Motul, donde nacieron, sus hermanas y hermanos, pues eran 14 los Carrillo Puerto; y estaban rodeados de los hijos e hijas de los obreros mayas de la región, así que hablaban castellano y maya por igual.

El padre de todas y todos, Justiniano Carillo, tenía una tienda de abarrotes en la cabecera municipal de Motul y el comercio exigía hablar con todos, y la lengua común de la tierra del faisán y del venado era el maya en realidad, no el castellano.

En 1907, Felipe se une a la campaña de Delio Moreno Cantón, del que oímos hablar ahorita en el recorrido; para ese entonces ya publicaba un pequeño periódico, “El Heraldo de Motul”, donde denunciaba la falta de democracia en el porfirismo y las injusticias que sufría la mayor parte de la población que era maya.

Los Carrillo Puerto se comprometieron pronto con la Revolución. En 1910, Elvia tenía 19 años y Felipe 37, él viajó a Nueva York para organizarse con los maderistas exiliados luego del fraude electoral.

Como parte de las complicadas contradicciones de todo proceso político, a su regreso a Yucatán, Felipe fue encerrado dos años por sus conflictos con los pinistas, los seguidores de Pino Suárez, pero Elvia siguió organizando a la gente. En 1912, mientras Felipe estaba en la cárcel, ella organizaba la primera Liga Feminista Campesina, esta organización discutió la propiedad de la tierra, propuso la jornada laboral de ocho horas, terminar el trabajo esclavo de los indígenas en las haciendas e incorporó también la idea de las libertades de las mujeres.

En esto estaban, las y los Carrillo Puerto, cuando el gobernador carrancista, Eleuterio Ávila, obligó a Felipe a exiliarse de Yucatán en 1914. Gracias a ese exilio, Carrillo Puerto llegó al Morelos zapatista, le tocó ver el experimento social de la comuna de Morelos y vio cómo se aplicaban las leyes zapatistas, es más, fue representante del general Zapata en la Tercera Comisión Agraria del Distrito de Cuautla.

Como el mundo avanza en medio de contradicciones, cuando la guerra carrancista empezó a cercar a los zapatistas de Morelos, Salvador Alvarado fue nombrado gobernador y jefe militar de Yucatán, por Carranza, y lo que el primer jefe de la Revolución combatía en Morelos, empezó a hacerse realidad en Yucatán, paradójicamente. Es en este escenario en que Felipe Carrillo Puerto regresa a su tierra natal y Alvarado lo nombra presidente de la Comisión Agraria local, como aquí se ha dicho.

Cuando Felipe regresó a Yucatán, encontró que sus hermanos, pero especialmente su hermana Elvia, habían seguido la lucha. La Liga Feminista fue parte de la red popular sobre la que se construyó el Partido Socialista de Yucatán; ese partido, de las y los Carrillo Puerto y los Yucatecos, había abierto sus puertas a todas las personas de buena voluntad, por eso se presentó a las elecciones en 1918 y ganó sin problema esos comicios.

Pero para las elecciones de 1920, Carranza apoyó una formación liberal, de un partido liberal, en Yucatán para contrarrestar la organización popular. Los yucatecos, seguidores de Carrillo Puerto, fueron derrotados en la elección intermedia, pero después apoyaron la candidatura presidencial del general Álvaro Obregón y Felipe regresó a Yucatán y ganó la elección de gobernador para 1922.

Murió asesinado en el cargo por “La Casta Divina”, que creyó que podría terminar la Revolución cortando la cabeza del liderazgo de ese movimiento. Los conservadores y reaccionarios yucatecos, clasistas y racistas de “La Casta Divina”, aprovecharon la “Rebelión delahuertista”, fueron sangrientos, el mismo día que mataron al gobernador Felipe Carrillo Puerto, asesinaron a sus hermanos, Edesio, Benjamín y Wilfrido, y ahora sí, Elvia fue empujada al exilio.

Cuando los delahuertistas fueron derrotados, el Senado trató de restaurar el orden constitucional en Yucatán, pero la reacción local, la oligarquía local, siguió persiguiendo con saña a los socialistas yucatecos. Hubo que esperar a la llegada del sexenio cardenista, 10 años más tarde, para que las cosas volvieran a mejorar.

Felipe Carrillo Puerto era uno de los muchos compañeros y compañeras que lucharon por el ideal de una sociedad justa, igualitaria, fue acaso el más destacado de aquel grupo. Pero las grandes obras no se explican sin los colectivos y también no se explican sin el colectivo al que perteneció Felipe Carrillo Puerto, en el que participaron miles de obreros, de indígenas mayas, de mujeres y de hombres.

Finalmente, quiero recordar, por ejemplo, lo que hay detrás de la magnífica historia de amor de aquel bolero “Peregrina”, de Rosado y Palmerín, del que ya escuchamos hace un momento en nuestro recorrido, ese que dice: “Peregrina de ojos claros y divinos y mejillas encendidas de arrebol; mujercita de los labios purpurinos y radiante cabellera como el sol”.

Estamos en un evento de la Secretaría de Cultura, esa canción la cantaba mucho mi papá a mi madre.

La bella peregrina, Alma Reed, la que llamaba a Felipe Carrillo Puerto “Dragón rojo de ojos de jade”, fue una trabajadora social y periodista que en 1923 denunció en las páginas de The New York Times el saqueo de piezas arqueológicas en beneficio de los museos estadounidenses.

Felipe y Alma estaban en la misma lucha, por eso los recordamos a ellos, a los colectivos a los que pertenecieron, por eso recordamos a Felipe, a Elvia, a sus hermanos, a Alma Reed y a todas y todos los obreros e indígenas del Mayab.

Muchas gracias.

SECRETARIA DE CULTURA, CLAUDIA CURIEL DE ICAZA (CCI): Muchas gracias, muy buenos días a todas y a todos. Es un honor que el Jefe de Gobierno nos acompañe hoy a la inauguración de esta exposición “Felipe Carrillo Puerto. Alma del Mayab”.

También, agradezco muchísimo a los compañeros, compañeras del presídium: a la maestra Daniela Cordero; nuevamente al director general del Instituto de Estudios de las Revoluciones, el maestro Felipe Ávila Espinosa; al curador de la exposición, Carlos Betancourt, que hizo un gran trabajo.

Al director de Grandes Festivales Comunitarios de la Ciudad de México, Argel Gómez Concheiro, que más adelante tendremos una sorpresa que anunciaremos pronto con el Jefe de Gobierno y por eso nos parecía muy importante colaborar el día de hoy también desde la Dirección de Grandes Festivales; por supuesto, a nuestra amiga Mónica Pacheco, directora del Bosque de Chapultepec; a nuestro amigo José Manuel Rodríguez, director de Galerías Abiertas de la Ciudad de México.

Y mencionar que estas galerías tienen a lo largo del año una afluencia de millones de personas, es uno de los espacios de exhibición de acceso gratuito más importantes de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

Voy a ser breve porque hoy hay muchos historiadores, el Jefe es un apasionado de la historia, está el curador, está Argel, estamos todos muy emocionados, yo estoy muy emocionada de esta exposición porque estudié Historia, y viendo lo que nos presentaron hoy y lo que nos inspira este gran personaje, pues fundamentalmente la historia lo que nos permite ver es continuidades y discontinuidades.

Y lo que vemos en este maravilloso personaje, que luchó por las desigualdades, por los derechos de las mujeres, fue el primero que hizo un congreso feminista en América, en toda América en 1916, con más de 2 mil mujeres de toda la República.

Estuvo del lado de los trabajadores de toda la explotación, lo cual nos hace mucho sentido el día de hoy, porque él buscaba una transformación profunda, de largo aliento, estamos en ese momento justamente y por eso es muy importante volver a visibilizar a personajes históricos como Felipe Carrillo Puerto que tanta labor hizo en Yucatán y también para futuras generaciones.

Yo creo en la historia que es en espiral, (inaudible) se repite, pero nunca de la misma manera. Entonces, nos hace muchísimo sentido visibilizar personajes históricos como estos, con esa gran vocación social sobre injusticias, sobre acortar las brechas sociales, sobre el papel de la mujer y los derechos en todo sentido.

Y por eso, voy a invitar también a todos nuestros compañeros de presídium a hablar un poco más de él, los vamos a invitar a ver esta gran exposición que va a estar hasta el 19 de mayo y es muy impresionante la labor de Felipe Carrillo Puerto en todos los ejes para acortar la desigualdad con una profunda vocación social, política, que nos va a dejar ver, a partir de ahora y todo lo que nos van a comentar, un poco la continuidad, la discontinuidad en la historia y como abogamos por esta continuidad de pensamiento progresista contra las desigualdades y, sobre todo, para un cambio profundo de largo aliento.

Entonces, yo me identifico mucho, estoy muy emocionada, le voy a ceder la palabra a mis compañeros.

Y las y los invitamos, de verdad es una exposición con una curaduría muy significativa, tiene fotos del momento histórico muy importantes. Y por aquí está el curador, que me gustaría que al final vuelva a dar un recorrido para quienes están aquí, porque es de lo más divertido y de lo más amena su visita.

Muchísimas gracias a todas y a todos por visitarnos, arriba Felipe Carrillo Puerto. Gracias.

DIRECTOR GENERAL DE GRANDES FESTIVALES COMUNITARIOS, ARGEL GÓMEZ CONCHEIRO (AGC): Muy buenos días a todos los asistentes, un saludo al Jefe de Gobierno, al presídium.

Considero que fue muy oportuna la petición del Jefe de Gobierno de hacer esta exposición y otra serie de actividades que ya tendremos oportunidad de anunciar, para conmemorar los 100 años del asesinato de Felipe Carrillo Puerto.

En un país centralista y que, por lo mismo a la hora de contar su historia, cuenta más la historia del centro, se ha ido perdiendo y se ha quedado en el olvido a lo largo de muchos años la historia del pueblo maya y la revolución que encabezó Felipe Carrillo Puerto, así que considero fundamental recuperarlo en estos tiempos que está viviendo nuestro país.

Hablar de Felipe Carrillo Puerto es hablar de un joven del pueblo de Motul que fue carretonero, ferrocarrilero, campesino, que desde muy niño aprende a hablar maya, y que ya a los 17 años fue a dar a la cárcel por defender a unos campesinos indígenas que habían sido despojados de sus casas. Es un joven que desde sus primeros años despliega una gran sensibilidad social y un compromiso con su pueblo.

Hablar de Carrillo Puerto, hoy en día también es hablar del porfiriato y recordar las décadas en donde, especialmente en la Península de Yucatán, se vivió un sistema esclavista que sometió al pueblo maya al trabajo esclavo en las grandes haciendas henequeneras y junto con también indígenas yaquis que fueron deportados y enviados a la península a trabajar en condiciones inhumanas.

Hablar y recordar a Felipe Carrillo Puerto es también recordar que encabeza un capítulo fundamental de la historia de la Revolución Mexicana en la Península de Yucatán, que lleva a cabo un trabajo de organización desde abajo y con el pueblo, organizando el Partido Socialista de Yucatán y a las ligas de resistencia; un espacio de organización popular que llegó a todos los rincones del Estado de Yucatán.

Y que esa organización y que esa conciencia popular que se desarrolló a lo largo de mucho trabajo y sacrificio de dirigentes como Carrillo Puerto, desembocó en un capítulo de la Revolución Mexicana que fue avanzadísimo para su época, porque es una revolución que llega a través de las urnas, que llega de forma pacífica y sin las armas.

Y también hablar de Carrillo Puerto es hablar de Elvia Carrillo Puerto y de las mujeres mayas que fueron pioneras en el movimiento feminista de nuestro país y que acompañan y forman parte fundamental del programa de transformación de los socialistas yucatecos.

Creo que hablar de Carrillo Puerto y recordarlo estos días también es traer a la memoria a la reacción a las fuerzas conservadoras, a las que desde los medios impresos de la época atacaron sin piedad, todos los días, al gobierno de la revolución de Yucatán; y que son esos, junto con los poderes económicos de los viejos hacendados acostumbrados a mandar, que conspiraron y organizaron el golpe de Estado contra el gobierno legítimo y democrático de Álvaro Carrillo Puerto.

Y creo que recordar a Felipe Carrillo Puerto también es oportunidad para conocer que, es Felipe Carrillo Puerto en Morelos, trabajando con los zapatistas, que llega a la conclusión que la libertad de su pueblo pasa por llevar a cabo el reparto agrario: quitarles a los potentados la tierra que habían secuestrado a los originarios, a los dueños originarios, al pueblo maya y al pueblo indígena.

Y creo que recordar a Carrillo Puerto también es ocasión para hablar de su gobierno, un gobierno muy breve de dos años, pero que consuma el proyecto de dos congresos muy importantes en Motul y en Izamal, en donde se despliega el programa de transformación que demandan los indígenas mayas y que en ese programa está en el centro la educación y la cultura.

Es Felipe Carrillo Puerto quien abre escuelas, que funda la Universidad de Yucatán, quien promueve la lengua maya en las escuelas, que reparte libros, entre ellos el Popol Vuh y el Chilam Balam.

Es Felipe Carrillo Puerto quien está convencido que la transformación pasa por la educación, por la cultura, pero, sobre todo, por la recuperación del orgullo de las tradiciones culturales de los indígenas mayas, una cultura milenaria que había sido sometida, que era degradada desde los tiempos de la Conquista y que en el proceso de transformación en Yucatán se recupera ese orgullo de la cultura milenaria maya.

Creo, por último, que recordar a Felipe Carrillo Puerto hoy en día, es escuchar los ecos de nuestra historia que nos dan luz y aprendizaje al proceso actual de transformación de nuestro país.

Muchas gracias.

DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LAS REVOLUCIONES DE MÉXICO, FELIPE ÁVILA ESPINOSA (FAE): Muy buenos días a todas y a todos.

Agradezco la amable invitación para participar en esta ceremonia correspondiente a la inauguración de esta muy interesante y muy importante exposición acerca de un mexicano excepcional.

Gracias, Jefe de Gobierno, Martí Batres; agradezco la presencia de su distinguida esposa; de la secretaria de Cultura de la Ciudad; quienes nos acompañan también en el presídium; a todas y todos ustedes que están aquí de manera presencial y a quienes nos siguen por las distintas plataformas.

Me da muchísimo gusto, me siento honrado, como director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, de acompañar una vez más al Gobierno de la Ciudad en esta empresa de rescatar la historia, de rescatar las tradiciones, de rescatar los valores de lo mejor que tiene el pueblo de México.

Hoy recordamos con orgullo el cariño a un revolucionario mexicano excepcional, a Felipe Carrillo Puerto, quien hace 100 años fue asesinado por los enemigos del pueblo, quienes pretendían poner fin con su muerte a uno de los proyectos de transformación económica, política, social y cultural más importantes en la historia de la Revolución Mexicana y más importantes de toda la historia de México.

Felipe Carrillo Puerto nació en Motul el 8 de noviembre de 1874. Desde niño conoció las duras condiciones de vida en la que vivían los campesinos de la península yucateca, indígenas mayas en su mayoría, que trabajaban largas jornadas de trabajo en condiciones de semiesclavitud, explotados y vejados por los terratenientes criollos, dueños de las haciendas, conocidos como “La Casta Divina”.

Su compromiso social lo llevó a ser parte, después de haber sido periodista de oposición durante los años finales del porfiriato, al movimiento antirreeleccionista yucateco y al maderismo electoral.

Carrillo Puerto participó de manera breve durante esta gran epopeya cívica que fue el maderismo, trágicamente abortado por la Decena Trágica y el golpe que lo ultimó. Carrillo Puerto, cuya vida corría peligro en la península, se dirigió al estado de Morelos para apoyar la revolución campesina que encabezaba Emiliano Zapata.

Los meses que vivió en Morelos lo convencieron de que era posible una transformación radical de la sociedad, en la que los campesinos y los indígenas fueran los protagonistas principales; decidió que lo que estaba haciendo Zapata en Morelos, tenía que hacerse también en Yucatán y en toda la República.

Regresó a Yucatán en junio de 1915, atraído por las Reformas Sociales que impulsaba en la península Salvador Alvarado, uno de los líderes más radicales del constitucionalismo; sin embargo, al llegar a su tierra fue apresado, acusado de ser zapatista.

Desde la prisión pidió entrevistarse con Alvarado. En esa entrevista se dieron cuenta de que tenían mucho en común, Carrillo Puerto fue liberado y formó parte de la Comisión Agraria local, en la que aprovechó su experiencia en Morelos para que los mayas y campesinos yucatecos recuperaran sus tierras y pudieran trabajarlas en libertad, para entonces se había hecho socialista.

Promovió la organización de ligas de resistencia campesinas, alentó las tomas de tierras. En marzo de 1917 fue presidente del Partido Socialista de Yucatán, desde ahí impulsó la ampliación de las ligas de resistencia campesinas.

El socialismo yucateco cobró nuevos bríos: Carrillo Puerto fue electo gobernador de su estado, tomó posesión el 1 de febrero de 1922, con un discurso que pronunció en maya en el que, además de jurar cumplir y hacer cumplir la Constitución, juró cumplir y hacer cumplir los postulados de los congresos obreros de Motul e Izamal, celebrados meses atrás.

Comenzó entonces uno de los procesos de transformación más importantes en la historia de Yucatán y del país. Él mismo dijo que su gobierno era el primer gobierno socialista de América.

Durante su gobierno se llevó a cabo una importante reforma agraria, impulsó los derechos políticos de las mujeres, ahí fueron elegidas las primeras diputadas de nuestra historia: Beatriz Peniche, Raquel Sid y una mujer también extraordinaria, Elvia Carrillo Puerto.

Promovió leyes en favor de las y los trabajadores, de las y los inquilinos, impulsó la educación, combatió el alcoholismo y el fanatismo religioso; la preservación de la lengua maya; creó cooperativas de producción y de consumo.

Este gran proceso de transformación fue aplastado por las tropas de la Rebelión delahuertista, que se levantaron en armas contra el gobierno de Álvaro Obregón en 1923 y que fueron apoyadas por “La Casta Divina” yucateca.

Felipe Carrillo Puerto fue apresado, sometido a juicio militar y fusilado el 3 de enero de 1924. El pueblo de México lo recuerda con cariño, respeto y admiración.

Muchas gracias.

CURADOR DE EXPOSICIÓN, CARLOS BETANCOURT CID (CBC): Muy buenos días a todos los miembros del presídium y a quienes nos acompañan en la ceremonia de inauguración de esta exposición fotográfica.

No me resta más que, en primer lugar, agradecer al Gobierno de la Ciudad de México y al doctor Martí Batres Guadarrama por la atinada iniciativa para difundir la historia de México como parte esencial de las funciones de su administración.

Asimismo, a la Secretaría de Cultura, encabezada por la licenciada Claudia Curiel de Icaza, por su total apoyo para llevar a cabo este proyecto; del mismo modo, gracias a todas las autoridades involucradas, tanto de la Dirección General de Grandes Festivales Comunitarios de la Ciudad de México, aquí representada por su director general, el maestro Argel Gómez Concheiro, y la dirección del Bosque de Chapultepec con la presencia de su titular Mónica Pacheco Skidmore, gracias.

Es imprescindible mencionar el gran apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que a través del Sistema Nacional de Fototecas y de la Fototeca Nacional, tiene la responsabilidad de resguardar y difundir el importante acervo que nos ha permitió recrear el contexto y la biografía de este notable protagonista del México del pasado que hoy recordamos.

Además, agradezco al Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, representado aquí por su titular el doctor Felipe Ávila, cuya Biblioteca de las Revoluciones es siempre de gran ayuda para los interesados en nuestro pasado compartido.

Igualmente, doy las gracias a la recién fundada “Asociación Pro-Madero, Pino Suárez”, presidida por Carlos Arturo Alfredo Alvarado Álvarez, nieto de Alfredo Álvarez, amigo íntimo del presidente Madero, quien me proporcionó importantes datos con respecto a la relación de Carrillo Puerto con el antirreeleccionismo y sus contactos con la masonería.

Por supuesto, que no puedo dejar de mencionar el incansable esfuerzo y valioso soporte de las galerías abiertas de la Ciudad de México, que se montan aquí en Reforma y en muy diversos sitios de nuestra gran capital, cuya coordinación del apreciado José Manuel Rodríguez, cumple con creces el cometido de llevar conocimiento muy diverso a los habitantes y visitantes de nuestra querida Ciudad de México, gracias Cani.

Sin más, los invito a recorrer este repaso contextual y biográfico de Felipe Carrillo Puerto, un relevante protagonista de nuestra historia que truncó su trayectoria hace 100 años por un terrible asesinato, en un México que anhelaba la construcción de su democracia.

Que su legado y su sacrificio sea un recordatorio de lo que hemos alcanzado.

Muchas gracias.