Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la presentación del Proyecto "Tlaxcoaque: sitio de memoria"
JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: Muy buenas tardes, es realmente muy emotivo este evento porque tiene un significado profundo. Ahora que, platicaba con Ernestina -se pregunta uno- porqué llegamos a la Jefatura de Gobierno y nuestro proyecto significa: “Construir una Ciudad de Derechos” porque concebimos que la educación es un derecho, que la salud es un derecho, que la vivienda es un derecho, que la cultura es un derecho, que la posibilidad de moverse en esta ciudad también es un derecho.
Esta ciudad se ha ido construyendo como una ciudad de derechos. Durante muchos años, no precisamente por los gobiernos, sino por los movimientos sociales, que fueron conquistando los derechos que tiene esta ciudad.
Fueron los movimientos ferrocarrileros, de maestros, de médicos, sindicalistas universitarios, estudiantiles, de jóvenes que fueron conquistando grandes derechos, me tocó participar después de muchos años de que estaba cerrando el Zócalo para una movilización en la primera movilización que entró nuevamente al Zócalo de la Ciudad de México.
Y esos eran movimientos sociales que iban conquistando voluntades, que iban conquistando derechos, porque muchos derechos se arrebataron de esa manera; y también derecho a tener un gobierno diferente a través del voto popular y la reconquista del voto popular también se ganó gracias al movimiento social.
En 1997, por primera vez se eligió un Jefe de gobierno en la Ciudad de México y eso fue producto del movimiento social. En el 2018, ganó un proyecto distinto en este país y eso se ganó gracias a la movilización social, al movimiento popular, a la voluntad de millones y millones de hombres y mujeres en este país, que todos los días construimos un México diferente.
Y cuando llegamos a la Jefatura de Gobierno no es que busquemos un deseo personal, sino lo que buscamos es desde el gobierno seguir construyendo y dar todo nuestro esfuerzo para construcción de esa ciudad de derechos; derecho a la educación, pero también derecho a las libertades, porque si uno conquista derechos, conquista las libertades. Y eso es lo que seguimos haciendo en la ciudad.
Y el día de hoy este acto simbólico, lo que busca es que precisamente también reconstruir la Memoria Histórica, porque eso es parte del proceso político que llega a la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
Hace unos días el Presidente de la República estuvo con los pueblos yaquis pidiendo un perdón por parte del Estado, por las masacres cometidas durante el Porfiriato; estuvo acompañado del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en reconocimiento a lo que hizo el general Lázaro Cárdenas a los pueblos yaquis. Y hoy no solamente es este perdón, sino una reconstrucción y regresar justicia con tierras y agua a los pueblos yaquis.
El día de hoy lo que hacemos es iniciar, particularmente en este espacio, en este espacio porque lo hemos hecho de diversas maneras, el solo hecho de cambiar el nombre del Puente de Alvarado, un genocida contra el pueblo mexica, por una calle que hoy se llama México-Tenochtitlan, también es la reconstitución de una memoria histórica. Pero, la Memoria Histórica más reciente, la de la segunda mitad del siglo XX, que es una historia tétrica, como se ha contado aquí, también es fundamental reconocerla, también es fundamental que se muestre lo que fue ese régimen opresor y represor.
¿Qué va a ocurrir a partir de ahora en este lugar?, en estos sótanos de Tlaxcoaque, y por eso tomo la palabra. Inicia primero con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, con Rosario, un proceso con sus visitadores de reconocimiento de estos sótanos; posteriormente inicia un proceso por parte de la Fiscalía de Justicia, General de Justicia de la Ciudad de México, de reconocimiento de toda la memoria forense que puede haber en este lugar para poder hacer justicia, y no solamente un Memorial. Y posteriormente, inicia el proceso colectivo, porque no es un proceso desde el Gobierno de la ciudad, sino colectivo, desde las víctimas que ya no están, los familiares de las víctimas que ya no están, y las propias víctimas que sí están, de quienes vivieron la tortura en estos sótanos de Tlaxcoaque. Así que terminaremos con este Memorial colectivo después de pasar por este proceso.
Y esta es la manera de gobernar, como dice Martí, de una manera distinta, a eso llegamos; no se nos olvida de dónde venimos, porque jamás, si lo hacemos, olvidaríamos hacia dónde vamos, y sí sabemos, por qué estamos y hacia dónde vamos.
Muchas gracias.
SECRETARIO DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA: Ahora en una reunión como esta, hay tantos símbolos que evoca memoria y tal vez explica que muchos estemos en estas luchas.
La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, mencionaba hace rato a algunos personajes entrañables, en el acto de la Plaza de Tlatelolco; y ahora Óscar Moreno, mencionaba al maestro Hilario Moreno, de quién se dijo se había ahorcado en una celda, cuando en realidad fue asesinado a mediados de los años setenta, profesor del MRM, amigo de mis padres que fueron del MRM, y amigo de muchos luchadores sociales.
Toda esa realidad terrible, que está descrita, sin un ápice de concesión por Fritz Glockner, en su libro “Los años heridos”, nos revela también, esas ideas que había del viejo régimen, un régimen con una enorme crueldad, ideas de gobernabilidad, muy diferentes a las que tenemos ahora. Si, había movilizaciones sociales, se pensaba qué eso era ingobernabilidad; no se pensaba que era normal, sino que algo raro, malo pasaba, eso era ingobernabilidad. Si, había protestas, se había oposición, si había críticas, eso era ingobernabilidad y el viejo régimen pensaba que había que acabar con eso rápido porque era algo que podía contaminar a la sociedad. Las cosas han cambiado mucho.
Han cambiado tanto que –nuestros años de adolescentes de muchos de los que estamos aquí– cuando oíamos, decir “ese es de Gobernación”, nos poníamos a temblar.
Han cambiado tanto que ahora aplaudimos, cuándo dicen: está el Subsecretario de Gobernación, en este acto.
Son otros símbolos, son otros conceptos, son otras ideas y son otras formas de hacer gobierno.
A veces, no valoramos porque no contrastamos lo suficiente, pero tenemos un gobierno hoy, que no ordena desaparecer a personas, que no ordena torturar a personas, que no ordena asesinar a personas. Puede parecernos lo más normal del mundo, porque es lo más normal del mundo; pero tuvimos muchos gobiernos que ordenaron asesinar, desaparecer, torturar, encarcelar. Podemos o no coincidir con diversas expresiones que se dan en la sociedad, expresiones ideológicas del más variado tipo, pero jamás, los gobiernos de la cuarta transformación, y me refiero al gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador y el Gobierno de la ciudad que encabeza Claudia Sheinbaum, jamás pensarán que la represión es una forma de solucionar un problema.
Hoy, es 2 de octubre, es un día de conmemorar una, tal vez la más simbólica represión que hemos vivido en la época contemporánea, pero también es el Día Internacional de la No Violencia. Frente a la fuerza del poder, frente al poder autoritario de la fuerza que rechazamos, se levantó en su momento el poder social de la no violencia. Los estudiantes del 68 fueron tan claros en rechazar toda forma de violencia, que cuando pensaron que venía la peor provocación, decidieron hacer una marcha del silencio, para que quedara perfectamente claro que los estudiantes, jamás incurrirían en violencia. De ellos aprendimos, y seguramente habrá mucho qué hacer, habrá mucha justicia por delante qué cumplir, nos da gusto escuchar hoy a Alejandro Encinas, lo que ha mencionado y que no olviden los torturadores, la tortura, la desaparición forzada, son delitos imprescriptibles de lesa humanidad.
Hoy, por lo pronto, aquí en México y aquí en la Ciudad de México, la gobernabilidad no es reprimir, la gobernabilidad es participar, dialogar, trabajar, luchar, disentir, todo eso también es gobernabilidad.
Muchas gracias.
SUBSECRETARIO DE GOBERNACIÓN DEL GOBIERNO DE MÉXICO, ALEJANDRO ENCINAS: Pues, muchas gracias. Muy buenos días, tengan todas y todos ustedes. En primer lugar, agradecer a la doctora, Claudia Sheinbaum Pardo, la invitación a este evento.
La verdad es un honor que el día de hoy, a 53 años, de la lamentable masacre, matanza de Tlatelolco, tengamos este encuentro, en donde, no solamente refrendamos –entre Claudia y yo– la profunda identidad política que nos une, sino que también refrendamos, la identidad política, que con el Movimiento Estudiantil de 68, tiene el Gobierno de México y tiene el Gobierno de la Ciudad de México, hoy, instituciones que estamos trabajando, para que todos aquellos anhelos de los jóvenes, de las jóvenes estudiantes del 68, se traduzcan en una vida plena de libertades en dónde no haya ninguna restricción, al ejercicio pleno de sus derechos.
El Movimiento Estudiantil de 68, marcó un parteaguas, en la historia de nuestro país, fue un momento de ruptura con el régimen político, ruptura en lo político, para aquella lucha, para enfrentar a un partido hegemónico de Estado que, con un presidencialismo exacerbado y autoritario, limitaba cualquier espacio de participación política a las ciudadanas y los ciudadanos mexicanos.
Una ruptura que abrió pasó a garantizar libertades políticas básicas: el derecho a la asociación política, el derecho al sufragio, a la libertad del sufragio.
Y tardaron muchos años para lograr reformas que permitieran ir a elecciones, en donde se reconocieran los resultados efectivos.
Fuimos objeto de fraudes electorales, que retrasaron la llegada de ese movimiento transformador a la Presidencia de la República; primero, en 1988; más adelante, en el 2006, pero 50 años después.
Siempre dijimos “más vale tarde que nunca”. Hoy, esas expresiones de lucha democrática forman Gobierno en el país, en la Ciudad de México y en la mayor parte de los estados de la República.
Fue un movimiento también, de ruptura social que enfrentó –desde entonces– la cultura patriarcal; y cuestionó a las instituciones tradicionales sobre las cuáles se fincaba el régimen político: a las iglesias, a las escuelas, a las familias, a todas esas estructuras que legitimaban un gobierno autoritario; momento en que surgen, solamente los movimientos feministas con mayor fuerza, sino también causas de los más diverso de los jóvenes, de las jóvenes en todo el país para construir una forma de vida distinta, apegadas a la libertad del desarrollo personal y a la buena convivencia ciudadana.
Fue un momento también de ruptura con la cultura y las artes. Yo veía a ese mural hace un momento de Three Souls in my Mind, pintados, cuando aquellos grupos de rock, estaban proscritos al igual que la posición política; cuando la Iglesia, decía que el rock era música satánica y debía prohibirse y se prohibía la música de rock en las estaciones de radio; pero ese movimiento cultural trajo cambios profundos en la literatura, en el teatro, en el cine, en todas las expresiones artísticas.
Y por eso es muy importante que hoy en este lugar donde estuvo la Dirección General de Policía y Tránsito, de lo que fue el Departamento del Distrito Federal, el brazo represor del Gobierno federal a todos los movimientos democráticos en la Ciudad de México, vengamos a reivindicar la memoria y la dignidad de las víctimas y de los sobrevivientes de la tortura y los tratos degradantes que se dieron en este lugar y que hoy, queremos convertirlo en un sitio de memoria para reivindicar, justamente esa lucha democrática que se construyó.
Pero no basta que nos quedemos en la remembranza del pasado, y como bien has hablado aquí Félix Hernández Gamundi, tenemos como parte de esos movimientos, de las generaciones que resultaron de esos movimientos democráticos desde los años 60, los movimientos guerrilleros de los 70, lo que fueron toda la lucha contra la represión con la presentación de los desaparecidos políticos, el surgimiento de los primeros espacios de disputa electoral y de representación política, ver hacia adelante, y no solamente cerrar un ajuste de cuentas de verdad y justicia en el pasado, sino generar las condiciones para que estos hechos nunca más se vuelvan a repetir en nuestro país.
Yo quiero aprovechar esta oportunidad para informar que el día de hoy el Presidente de México, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, ha suscrito un decreto por el cual se crea la Comisión por el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia, de las violaciones graves a los Derechos Humanos cometidos de los años 1965 y 1990.
Esta Comisión, tiene como objetivo realizar las acciones que sean necesarias para el esclarecimiento de la verdad, el incurso a la justicia, la reparación integral y el derecho a la memoria dentro de lo que es la competencia de la administración pública federal, y en su caso, -porque no basta solamente conocer la verdad-, iniciar ante las autoridades ministeriales judiciales de atención a las víctimas o aquellas, todas las acciones que sean necesarias para que haya justicia.
Esta Comisión para el esclarecimiento histórico, va a contar con distintos mecanismos; hemos enterado en acuerdo con los familiares de las víctimas de la Guerra Sucia, con los sobrevivientes de la Guerra Sucia, un acuerdo con el Presidente de la República para que esta Comisión avance en cinco mecanismos muy puntuales: el primero, un mecanismo para la verdad y el esclarecimiento histórico, en donde habrá la integración de expertos independientes que contarán con todo el apoyo del Gobierno Federal, sin limitación y restricción alguna, para realizar las indagatorias, el acopio de información, el acceso a los archivos de todas las dependencias -incluido la de las Fuerzas Armadas- acceder a las instalaciones federales, militares o civiles en búsqueda de la verdad. No va a haber ninguna restricción para su desarrollo.
Pero al mismo tiempo, habrá un mecanismo que contará con un comité para el impulso de la justicia, donde estará encabezado por tres expertos independientes.
Hemos invitado a la doctora Ángela Huitrahua, que nos acompañe en este esfuerzo, es integrante del GIEI ahora nos ayudará también en esta Comisión de la verdad, qué bueno que Ángela está con nosotros, porque toda la evidencia que se acumule, que se integre, que resulte de los trabajos de memoria y verdad, se judicialice y se castigue a los responsables.
Que no quede ninguno de los responsables sin la sanción legal que corresponde por las violaciones graves a los Derechos Humanos en que incurrieron.
Pero continuaremos con otro mecanismo que es el Plan Especial de Búsqueda, que será fortalecido por la Comisión Nacional de Búsqueda del Sistema Nacional de Búsqueda, donde estaremos haciendo la búsqueda de las personas desaparecidas de larga edad.
Y, quiero decirles que los primeros ejercicios que se han hecho en fosas comunes, en distintos panteones del país, están empezando a arrojar resultados puntuales; esa va a ser una labor muy intensa, que nos llevará a recorrer todo el territorio nacional, con trabajo especializado, con soporte, no solamente técnico y logístico, sino también con el apoyo de las instituciones del Gobierno Federal que sean necesarias, en donde, en muchos casos, como es el caso de la Ciudad de México, contaremos sin lugar a dudas, con los apoyos de los gobiernos locales.
Tendrá esta Comisión un plan especial de reparación y compensación en donde se atenderá de manera integral, la reparación al daño cometido a las víctimas. Partiendo del principio, de que la principal reparación, es que haya justicia, y después, junto con ello, todos aquellos apoyos que se requieran, colectivos, porque muchos casos fueron agravios de carácter colectivo a las comunidades que se cometieron durante la guerra sucia, pero también en los casos particulares, de las personas que fueron víctimas de esta brutal represión.
Y el quinto instrumento será, el de las acciones para la memoria y garantías de no repetición. Se trata, efectivamente, de dignificar la memoria de las víctimas. Y estos sitios, como el de Tlaxcoaque, buscarán enaltecer, reconocer la valía, la gran aportación que las y los integrantes de este Movimiento Estudiantil del 68 de quienes fueron víctimas de la represión en la Guerra Sucia, su gran aportación a la transformación de nuestro país.
Para ello, estamos pidiéndole a todas las personas que nos ayuden a fortalecer nuestros Centros de Memoria; queremos establecer archivos públicos de acceso general a la población.
Hemos tenido ya un convenio con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla para establecer en el edificio Carolino el Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos; queremos fortalecerlo con el trabajo que ya tiene la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que ha integrado un acervo muy importante ya digitalizado -nos van ganando-, ahora nos van a ayudar a integrar, sin lugar a dudas, todo lo que se refiere al Archivo Nacional que queremos concentrar.
Y aquí en Tlaxcoaque, será el segundo Centro de Memoria después del que se abrió en Circular de Morelia… Morelia 8, donde fueron las oficinas de Nazar Haro, en donde fue un centro de tortura también que hoy estamos reivindicando.
Yo, quiero reconocer el esfuerzo que ha hecho el Gobierno de la Ciudad de México, a la doctora Sheinbaum por todo el acompañamiento, el apoyo nos ha brindado y van a ver cómo pronto, no solamente estaremos reivindicando la memoria de muchas de las personas que fueron víctimas, sino que tendremos resultados para que se judicialicen los delitos que se cometieron.
Muchísimas gracias.
SUBDIRECTOR DE SEGUIMIENTO A PROGRAMAS CULTURALES DE ALCALDÍAS, ÓSCAR MORENO CORZO (OMC): Buenas tardes, qué bueno que están aquí, yo soy Óscar Moreno, trabajo en la Secretaría de Cultura y la compañera secretaria me pidió que ayudara un poquito en la moderación.
La noche del 8 de junio la secretaria nos pidió a Ricardo Bautista y a mí que la acompañáramos a un lugar, no nos dijo a dónde íbamos y nos trajo aquí. Bajamos a los sótanos debajo de donde nosotros estamos ahorita ubicados, hay unos sótanos; los famosos tristemente famosos sótanos de Tlaxcoaque.
Aquí está construido el edificio de la Dirección de Policía y Tránsito de la Ciudad de México y los sótanos fueron habilitados como un centro de detenciones arbitrarias y tortura. Los visitamos, entramos, estaban llenos de muebles viejos, de basura, olían espantosamente, estaban inundados. Uno de los trabajadores nos dijo vengan por aquí, aquí hay una silla.
René Magritte hace una pinturita con una pipa y dice esto no es una pipa es como una lámina de las que se usan en los kínderes, ¿no?, en las escuelitas para decirle a los niños, ese es de sombrero y hay una pipa, pero no es una pipa. Lo que nos enseñaron no era una silla, una silla es para descansar, es para comer, es para trabajar, esta era una silla, pero con correas para atar las manos de una persona, con correas para sujetarla por el torso; era un instrumento de tortura.
En las semanas que han transcurrido se hizo limpieza en este lugar y la silla no está. Quiero aprovechar este acto para pedirle a los señores que hicieron la limpieza que la devuelvan; porque lo que hay en esos sótanos es evidencia de una historia que queremos conocer.
Hoy venimos aquí a clavar una bandera en la lucha contra el olvido, en la lucha por recordar hechos que son muy dolorosos con el propósito de que no se repitan. Después de nuestra visita vino la Comisión Nacional de Derechos Humanos, hizo ya una diligencia inmediatamente, no lo dudaron, se pusieron a la tarea y ya pudieron inspeccionar el lugar y posteriormente, para que ustedes lo puedan ver, hicimos un primer registro videográfico con la colaboración del Canal 21 y la participación de dos compañeros, la compañera Ana Ignacia Rodríguez que fue, todos los saben ustedes, miembra del Comité de Huelga de la Facultad de Derecho en el Movimiento del 68.
Y que desgraciadamente estuvo presa en este lugar, por algunos días, por algunas semanas. El compañero Mailo Ismael Colmenares, el cantante de los Nakos, que ahorita está en un mitin, en una colonia popular, en Tláhuac, y por eso no nos puede acompañar, pero el también bajó, estuvo preso en 1971, el 10 de junio lo tomaron preso y lo trajeron para acá.
Y los acompañó también el historiador Fritz Glockner, quien también es víctima de la represión, porque sus papás la sufrieron y es autor de libros que abordan este asunto.
Entonces, sin más preámbulo, vamos a ver el video que Canal 21 preparo de esta visita.
[VIDEO]
– ¿Tienes un lápiz?
La voz de Pablo Gómez a través del teléfono, su tono imperativo, pero amable, me hizo recordar el trabajo compartido hace años en la redacción del Semanario Motivos del cual, él era el director.
– Anota un nombre.
Hilario Moreno, me dijo.
Hilario Moreno Aguirre fue miembro del partido Comunista Mexicano; fue militante del Movimiento Revolucionario del Magisterio, a lado del maestro Othón Salazar. El 29 de diciembre del 1974 a las once de la noche, 40 policías vestidos de civil, entraba en su casa y se llevaron preso a él y a toda su familia, incluidos sus pequeños nietos.
Fue detenido y llevado al cuartel de granaderos. El 3 de enero, fue trasladado a la Jefatura de Policía, o sea lo trajeron a este lugar; el 5 de enero, la guardia matutina de los separos, de la Jefatura de Policía, lo encontró en su celda: el cadáver de Hilario Moreno Aguirre, que según, Daniel Gutiérrez Santos, el jefe de la Policía fue producto de un suicidio.
La Dirección General de Policía y Tránsito publicó un boletín de prensa diciendo que había sido un suicidio, Pablo me dice: “lo mataron, lo mataron en la tortura”.
Si alguien ha sido tenaz en la lucha contra el olvido, ha sido un actor colectivo: la generación del Movimiento del 1968.
Hoy, 2 de octubre, cuya divisa, lo sabemos todos es que no puede ser olvidado lo que sucedió en el año de 1968, en esta fecha; la han sostenido los estudiantes que pelearon aquellas jornadas inolvidables.
Queremos darle la palabra al ingeniero Félix Hernández Gamundi, dirigente del Politécnico, uno de los más grandes dirigentes del Movimiento Estudiantil del 68.
Muchas gracias.
DIRIGENTE DEL POLITÉCNICO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE 1986, FÉLIX HERNÁNDEZ GAMUNDI: Muchas gracias, por esta oportunidad de compartir algunas reflexiones con ustedes, me da gusto poderlo hacer frente a tantos compañeros y compañeras, después de estos testimonios –que hemos visto– con las imágenes y la voz de La Nacha, nuestra muy querida amiga Fritz Glockner y Mailo, un hombre muy recordado y muy activo en 68.
La verdad es que recogiendo alguna de las cosas que han dicho y algo que esta mañana, dijo, Paco Pérez Arce, en esta ceremonia, hace un rato en Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas.
Yo quiero decir “estamos asegurarnos de que en nuestro país nunca más vamos a tener centros de reclusión y de tortura como este. Seguramente hay muchos La Nacha lo dice, en su testimonio, y lo hemos dicho mucho tiempo.
Los centros de reclusión desde 68 y después de 68, estuvieron en muchos lugares, Y parecía una competencia de ver dónde, el trato para los detenidos era más ofensivo y dónde el trato que se les daba a los luchadores sociales, sobre todo, pero no solamente, era más eficaz para destruir voluntades y para sembrar terror.
La represión del 2 de octubre, en Tlatelolco tenía básicamente dos propósitos: el primero, era apresar al mayor número posible de jóvenes y de los miembros de la dirección política del movimiento, así fueran miembros del Consejo Nacional de Huelga, fueran brigadistas, asambleístas, pero que tuvieran alguna participación que se notará, ese era el primer propósito.
Pero el segundo, era sembrar terror para el futuro y eso es lo más grave; esa es una cuestión grave porque se estaba atacando a una generación, pero también a lo que le pudiera seguir para adelante en lo más profundo, en lo más largo de la historia por venir.
Estos lugares tienen también ese propósito, tuvieron ese propósito, y por eso es tan importante que sean abiertos, descubiertos; pero, es también importante que a partir de ahí podamos reconstruir una historia para fortalecer la memoria.
Aquí, en Tlaxcoaque, cientos y tal vez miles de compañeros de 68 fueron traídos de manera eventual, quiero decir, en tiempos muy breves: nadie escapó. Quien vino aquí y a la Vaquita y al Cuartel de Granaderos y a muchos otros lugares que también habría que esculcar.
Muchos de estos lugares fueron traídos compañeros en aquel momento, pero esta práctica se acrecentó a partir de 1971; aquí hay compañeros que reclaman la presentación con vida de familiares desaparecidos y la acción de la justicia por casos de familiares de parientes, de amigos muy cercanos, que sufrieron ejecuciones extrajudiciales durante la época de la Guerra Sucia. A todos y a todas mis respetos, y lo saludamos con el profundo cariño que les hemos expresado siempre.
Celebro que la autoridad de la Ciudad de México, la Secretaría de Gobernación a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos, que estén empeñados en este proceso, porque ello nos tiene que llevar inevitablemente a que, de la mano del rescate y la reconstrucción de la historia y de la memoria, seamos capaces también de construir procesos de justicia; de otro modo, el camino andado no estará completo, de otro modo este esfuerzo tan grande que se hace será incompleto.
Es muy importante rescatar la memoria, pero necesitamos también asegurarnos, garantizar que esos miles de expedientes y de casos que están regados, desperdigados en diferentes instancias de lo que fue la PGR y lo que fueron instancias de justicia aquí en la Cuidad de México, esos miles de casos y de expedientes sean atendidos de manera especial, que haya una instancia judicial que se encargue de estudiar, de procesar y finalmente de consignar a los responsables.
Hay responsables intelectuales de estos hechos que todavía están vivos, hay responsables materiales más en número que los primeros que también están vivos y tienen que rendir cuentas y lo tienen que hacer ante el aparato de justicia. Y por qué insistimos en que tiene que darse en una unidad especial que esté vinculada con el proceso de construcción de la historia y de la memoria porque se trata de delitos de lesa humanidad. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir delitos que ofenden la esencia y la naturaleza del ser humano, eso quiere decir el delito de lesa humanidad y tenemos que garantizar que no se repita.
Este acto abona para eso, y el trabajo que sin duda se está comprometiendo y se va a seguir haciendo también; tenemos que completar esa tarea. No se trata de investigar y de juzgar delitos comunes, no son delitos convencionales lo que hay que estudiar. Entonces se tiene que formas este equipo de trabajo de esa naturaleza que garantice que se estudian y se procesan con la especialización debida. Creo que ahí estamos, yo me congratulo, Ernestina, de que estés acá; somos amigos, somos compañeros de lucha, lo dijo esta mañana Claudia y lo dijo muy bien, lo hemos venido repitiendo y necesitamos sumar esfuerzos, pero definir un camino común para llegar a procesos de justicia verdaderos, a procesos de justicia eficaces que verdaderamente nos garanticen la no repetición de estos hechos atroces.
Muchas gracias por la oportunidad de compartir con ustedes.
Seguiremos luchando, hoy es 2 de octubre, no se olvida. Pérez Arce lo dijo con mucha claridad, ¿por qué no se olvida? no se olvida, porque igual, que los casos de la guerra sucia son dagas clavadas en carne viva, en el corazón de los mexicanos y esa es una herida que no se va a sanar si no hay procesos de justicia verdadera.
Hoy, en estos tiempos, recientemente he hablado de la idea de que tenemos que avanzar hacia una justicia transicional, justicia transicional quiere decir justicia a medias, se deriva de un viejo concepto que es la teoría de los dos demonios; la teoría de los dos demonios quiere decir, que cuando alguien es agredido es porque algo hizo al otro, aquí se trata de crímenes de estado, donde las víctimas son eso.
No admitimos y no se aplica la tesis de los dos demonios, la teoría de los dos demonios. Por eso, lo que necesitamos es avanzar hacia la justicia plena.
Muchas gracias.