Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la ceremonia conmemorativa del quincuagésimo Aniversario de la fundación del Tribunal de Justicia Administrativa
JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muy buenos días, ministros, doctor Arturo Zaldívar y ministra Yasmín Esquivel; por supuesto, al doctor Jesús Alen, presidente del Tribunal de Justicia Administrativa; y, el doctor Guerra, presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México; a todos los que están presentes en la sala.
Me honra asistir a la Conmemoración y felicitar a este Tribunal por sus 50 años; este Tribunal, como todos saben, forma parte del Sistema de Impartición de Justicia de la Ciudad de México, dotado de plena autonomía jurisdiccional, administrativa y presupuestaria.
La labor de este Tribunal es fundamental en la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad; parece alejada, pero en realidad, es parte fundamental, pues de la Justicia Administrativa y de lo que cada uno de los habitantes de esta ciudad visibiliza, desde las construcciones que están en cada una de sus vecindades hasta muchos otros temas que tienen que ver con la Justicia Administrativa.
La Justicia Administrativa, desde mi perspectiva, busca un equilibrio entre los particulares y el Poder Público y el Poder Ciudadano; vela por la legalidad de los actos, acuerdos y resoluciones de carácter administrativo –emitidos por la propia Administración Pública– para evitar, sobre todo, arbitrariedades y corrupción, y garantizando una correcta administración para la Ciudad de México.
El objetivo de proteger el bienestar de la sociedad –y de mayor relevancia–; los Tribunales de Justicia Administrativa tienen la gran responsabilidad de combatir la corrupción, estos tribunales conocen, resuelven e imponen sanciones a las personas servidoras públicas de los poderes Ejecutivo y Legislativo, de las Alcaldías y de los organismos autónomos, a los particulares que incurren en actos vinculados con faltas administrativas; y, fincan el pago de indemnizaciones y sanciones precautorias que deriven en los daños y perjuicios que afecten a la Hacienda Pública, a las Alcaldías, al patrimonio de la ciudad y, en general, a la ciudadanía.
Reitero mi más sincera felicitación al personal de este Tribunal por la labor que desempeñan todos y cada uno de los días; y, nos invito, los invito a continuar el combate a la corrupción y la garantía de lograr la meta de plena justicia en todas las materias, pero, en particular, en la materia administrativa, tal como lo merecen los grandes habitantes de la Ciudad de México.
Muchas gracias.