Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo; del secretario de Movilidad, Andrés Lajous Loaeza; y del presidente de la Constructora Alfa, José Abed Rouanett, durante la inauguración del Sistema Cablebús Línea 2 Santa Marta-Constitución de 1917

Publicado el 08 Agosto 2021

JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muy buenas tardes a todos y a todas.

Me da mucho gusto estar con nuestra compañera Clara Brugada –como siempre–, alcaldesa de Iztapalapa, que ha hecho una extraordinaria labor al frente de esta bellísima alcaldía de nuestra ciudad; al ingeniero Jorge Arganis, secretario de Comunicaciones y Transportes; a Román Meyer, secretario de SEDATU.

También, a mis compañeros gobernadores, a Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos; y, también a Alfredo, que acaba de ratificar su triunfo en Michoacán, gracias por acompañarnos el día de hoy.

Por supuesto, a los embajadores; a la empresa, a la empresa Leitner, también.

Y, aquí, a mis compañeras también; fiscal general de Justicia de la Ciudad de México; presidenta de la Comisión de Derechos Humanos; académicos, académicas, que están hoy con nosotros; empresarios, empresarias; diputados y, sobre todo, a mis compañeros de Gabinete.

Y, más que todo, a los grandes pobladores, pobladoras, habitantes de esta maravillosa Alcaldía de Iztapalapa.

Quiero comenzar diciendo una cosa, porque eso es lo que representa el Cablebús: somos orgullosamente un Gobierno de la Cuarta Transformación de la vida pública de México; ningún otro gobierno, con otra visión, hubiera hecho una inversión de 3 mil millones de pesos para un sistema de transporte público en la Sierra de Santa Catarina de Iztapalapa, o una inversión similar en Cuautepec, en la Sierra de Guadalupe de Gustavo A. Madero.

Porque lo que representa el proyecto del Cablebús no solamente es una inversión de transporte público masivo, moderno, innovador, no contaminante, sino es un proyecto que disminuye desigualdades, que dignifica a la población que históricamente no había sido vista, que invierte ahí donde menos hay, que promueve progreso con justicia, que brinda bienestar, que es un proyecto que se hace con amor –como dice el Presidente de la República–.

Amor a los demás, amor a la naturaleza y amor también a la Patria, porque este proyecto también es un proyecto que construye una Patria distinta, una Patria diferente, que disminuye desigualdades, que invierte donde menos hay; y que, si bien gobernamos para todos –como dice el Presidente, como lo ha dicho Clara– gobernamos para ricos, gobernamos para las clases medias, gobernamos para todos y para todas, pero por el bien de todos, primero los pobres.

Así que, estoy emocionada por estar aquí, en la inauguración de esta Línea 2 del Cablebús; quiero decir, además, que nos inspiró un proyecto, el proyecto de “Mi Teleférico” de La Paz, Bolivia, que impulsó –en su momento– el Presiente Evo Morales; y, que agradecemos mucho que esté aquí el embajador del Estado Plurinacional de Bolivia porque, además, les informo que vamos a hermanar “Mi Cablebús” con “Mi Teleférico” de La Paz, como parte de un proyecto de América Latina.

Además, Iztapalapa representa mucho en esta ciudad. Es una alcaldía con una enorme historia, aquí fue uno de los primeros sitios donde llegaron los Aztecas –digo Aztecas porque venían de Aztlán, en el Cerro de la Estrella–; también aquí, a 500 Años de Resistencia –porque no es la Caída de Tenochtitlan, sino los 500 Años de Resistencia– fue por donde entraron los españoles en esta invasión.

También, Iztapalapa representa a la Ciudad de México por distintas migraciones, migración de distintos estados de la República, particularmente de Oaxaca; aquí se hablan distintas lenguas, no solamente el español, sino que es una alcaldía pluricultural, también, en muchos sentidos.

Y es, también, símbolo de la solidaridad y del apoyo, de lo que representan los habitantes de la Ciudad de México; aquí, cuando hay una catástrofe, un problema como un sismo, aquí todos y todas nos damos la mano; cuando hay una pandemia, no nos damos la mano porque estamos en Sana Distancia, pero sí nos solidarizamos unos con otros.

Aquí, en la Ciudad de México, somos ejemplo mundial, no solamente de cómo se ha llevado la pandemia y la vacunación, pero no por el gobierno, no por los gobiernos de las alcaldías, sino por los heroicos habitantes de la Ciudad de México que han enfrentado distintos problemas y que –como siempre y como ahora– vamos a salir adelante.

E Iztapalapa es un símbolo de ello y aquí, por eso, quiero hacer un reconocimiento especial a Clara, porque Clara es un símbolo de Iztapalapa, de la lucha de nuestra ciudad; y, es un símbolo nacional, no solamente como luchadora social, sino como gobernante porque aquí, en Iztapalapa, somos un solo gobierno: es la alcaldía, el Gobierno de la Ciudad y también el Gobierno de la República, que mira al que menos tiene y que dignifica a los habitantes de Iztapalapa.

Así que, me siento muy contenta por este proyecto; y, quiero aprovechar para decir, también, otras inversiones que hemos estado haciendo en esta alcaldía porque –como decía– uno de los ejes centrales de nuestro proyecto es progreso con Justicia, disminuir desigualdades y, por eso, hablamos de una Ciudad de Derechos –que es lo que nos distingue de lo que había antes de la Cuarta Transformación–.

Entonces, la Educación había sido considerada un privilegio, una mercancía; la Salud, un privilegio, una mercancía; y, para nosotros, solamente es con los derechos y con asumir que es el Estado quien debe proveer esos derechos, es como reducimos desigualdades y como disminuimos la pobreza en nuestro país, en nuestra ciudad.

Y, eso, es por la razón por la que hemos invertido tanto ahí, donde históricamente no se había invertido.

Así que, si me permiten, tenemos en la Ciudad de México una Beca Universal para todos los niños y niñas que estudian –desde preescolar hasta secundaria–, 1.2 millones de niños tienen, hoy, una beca como parte del Derecho a la Educación, que va a ser incrementada a partir de septiembre; cada niño y niña recibirá 430 pesos mensuales para poder recibir de mejor manera esta nueva entrada a clases, junto con el Apoyo a Útiles y Uniformes Escolares.

Y, aquí en Iztapalapa, son 252 mil niños y niñas que reciben este apoyo. Aquí, también, hemos invertido en 284 escuelas y en prácticamente todas las escuelas que, cuando llegamos, habían sido dañadas por el sismo y que prácticamente no se había invertido; y que, hoy, entrarán los niños y niñas en mejores condiciones.

La primera obra pública que hicimos en el gobierno fue el Puente en Ampliación Emiliano Zapata; antes, se hacían puentes en otros espacios –también hay que hacerlo, son importantes–, pero invertimos en una serie de colonias que vinculan a Iztapalapa con el Estado de México, que eran alrededor –¿no sé, Clara?– de 250 mil personas que tenían que salir todos por una alcantarilla, por un sistema de drenaje.

Y, la primera obra pública que hicimos fue este Puente Emiliano Zapata sobre la carretera a Puebla.

Estamos invirtiendo en una obra única en el mundo, también, que es el Trolebús Elevado –que ya muy pronto estaremos inaugurando– sobre Ermita-Iztapalapa; el Parque Cuitláhuac, que se convertirá en el Chapultepec del Oriente de la ciudad; en el parque del Periférico Oriente, del Eje 6 Sur; en 50 Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes.

Aquí en Constitución del 17, donde se iba a privatizar el espacio público, hay una estación del Cablebús, una estación del Trolebús Elevado, una preparatoria pública del Instituto de Educación Media Superior; y, también, un museo público, el museo más grande que va a tener la Ciudad de México para los niños y adolescentes de nuestra ciudad.

De igual manera, una gran inversión en pavimentación, en proyectos de drenaje, agua potable –que todavía nos falta bastante– que, junto con las 10 Utopías de Iztapalapa y mucha otra inversión en espacios públicos, hemos ido, poco a poco, transformando esta hermosa alcaldía.

Y, aquí también, se muestra la esencia de lo que dice nuestro Presidente; la atención a la inseguridad no solo es con policías y con procuración de justicia, sino con la atención a las causas; y, gracias a esta inversión, a este apoyo y al trabajo también de la Policía, Iztapalapa dejó de ser uno de los 15 municipios más violentos del país, hoy está fuera.

Ya no hay ninguna alcaldía de la Ciudad de México que esté entre los 15 municipios más violentos del país, porque así se atiende la inseguridad; la seguridad –como bien dice el licenciado Andrés Manuel López Obrador– es fruto de la justicia, y es en lo que nosotros creemos; claro que tenemos que tener mejor Policía, mejor Fiscalía, pero también, y fundamentalmente, justicia social.

Así que, Cablebús es hoy un ejemplo de justicia social.

Así que, desde Iztapalapa, ya no solamente para el mundo serán Los Ángeles Azules, sino el Cablebús, las Utopías, los PILARES, los Senderos para Mujeres Libres y Seguras; ejemplo de cómo –en tres años– cuando no hay corrupción y no hay privilegios, se invierte en el que menos tiene.

Muchas gracias a todos y a todas; muchas gracias a la empresa; gracias a la empresa italiana; gracias a todos y todas.

Y, ¡que viva Iztapalapa!

Y, ¡que viva la Ciudad de México!

SECRETARIO DE MOVILIDAD DE LA CIUDAD DE MÉXICO, ANDRÉS LAJOUS LOAEZA (ALL): Buenas tardes a todas y todos; muchas gracias por estar aquí.

Traía –como siempre– una presentación muy breve, pero me voy a extender un poquito más porque hoy no nos pudo acompañar el secretario de Obras, Jesús Esteva, a quien le mandamos un muy cordial saludo y a todo el equipo de la Secretaría de Obras; entonces, voy a hacer un breve resumen de la obra y del servicio del Cablebús.

Lo primero: es una inversión de 3 mil 183 millones de pesos la que se hace, para construir un sistema que tiene 305 cabinas, en donde caben 10 personas en cada una; el área de construcción total son 40 mil metros cuadrados, siete estaciones, 59 torres y una longitud total de 10.6 kilómetros, lo cual lo hace la línea de teleférico urbano más grande del mundo.

Y, a partir de hoy es la más grande del mundo porque, el día de ayer, era la de Cuautepec la más grande del mundo.

108 mil pasajeros en capacidad máxima, los que puede mover; y, la construcción creó 2 mil 200 empleos directos y mil 500 empleos indirectos.

Son las siete estaciones que ya conocen: Constitución de 1917, Quetzalcóatl –donde estamos–, Las Torres Buenavista, Xalpa, Lomas de la Estancia, San Miguel Teotongo y Santa Marta.

La obra no solo es la obra de las estaciones, los postes y los sistemas electromecánicos, también hay obra inducida; implicó una intervención importante en toda la instalación eléctrica de la zona: 100 postes instalados, mil 850 metros de línea de baja tensión, casi un kilómetro de línea de media tensión.

Pudieron ver –quienes ya hicieron el recorrido– que pasa la línea de Cablebús por abajo de las líneas de alta tensión; eso implicó hacer torres para elevar las líneas de alta tensión y que, de forma segura, pueda pasar el Cablebús.

También, en términos de agua potable, fueron 51 líneas de agua potable las que se intervinieron, 57 líneas de drenaje y una línea de agua tratada.

La cimentación en todas las estaciones consisten de la cimentación; primero, la estructura metálica que se alzó; el sistema electromecánico, que es donde va el cable; las poleas y los motores, y los acabados finales.

Se usó acero de refuerzo, acero estructural, concreto, las 59 torres que les mencionaba, y, se instalaron 98 pilotes y 160 pilas, con una profundidad que también es una de las profundidades más grandes de las pilas que tenemos en la ciudad, que llegan hasta 70 metros en el caso de Santa Marta.

Como les decía, se hizo la penetración y el armado; el colado, también, de toda la obra civil; el montaje de postes –que son postes hechos en México, en Puebla–; y, el montaje de los balancines, que es parte del sistema electromecánico.

Aquí vamos a ver un breve video sobre todas las certificaciones de seguridad que tiene la obra.

En cada una de las estaciones –esta es Constitución de 1917–, pero en cada una hubo una intervención; y, esas intervenciones van en un mercado, como es en Quetzalcóatl –todo fue una intervención de impacto comunitario–; también, en algunos casos, fue un parque; fueron canchas de basquetbol –como pueden ver aquí–, canchas de frontón; la conexión con el Parque Patolli, en San Miguel Teotongo; con Lomas de la Estancia, con esa área arbolada, verde, que vieron.

Y, parte del proyecto PILARES en Lomas de la Estancia, por supuesto; y, la intervención urbana no solo fue en las estaciones, fue a lo largo de todo el recorrido, donde también se intervinieron “Senderos Seguros”, alumbrado público, cámaras de vigilancia conectadas al C5, intervención en postes y muros –que vieron murales y pinturas–, también se hizo un mosaico multicolor en grandes áreas de distintas colonias, se hicieron áreas verdes y el PILARES de Lomas de la Estancia y el mercado.

Estos son los “Senderos Seguros”; como pueden ver, en todas las estaciones que están sobre la Sierra de Santa Catarina, hay “Senderos Seguros” que cuentan con alumbrado, que se hizo intervención en banquetas y en la calle; son 24 calles, 5 kilómetros, justamente para que las personas se puedan acercar con mayor seguridad y facilidad a las estaciones.

Este es el Mosaico Multicolor que, quienes ya hicieron el recorrido, lo vieron –sobre todo viniendo de la dirección de Santa Martha hacia acá, aunque cuando vayan de regreso lo verán, también, del otro lado–.

Parte de la intervención en áreas verdes; y, las luminarias: mil 200 luminarias, 271 cámaras de vigilancia en el sistema, más 25 cámaras del C5 en las calles aledañas.

Ahora, voy a hacer la presentación –y más breve– sobre el servicio de transporte que da Cablebús a la ciudadanía en Iztapalapa.

Quiero –perdón, para terminar, nada más– agradecer a todo el equipo de la Secretaría de Obras, por supuesto; al director general de Obras para el Transporte, Hugo Flores; a Manuel Galindo, director de Obras de Cablebús; a los residentes de obra; y, por supuesto, a las empresas Alfa y Leitner, que estuvieron dándole seguimiento continuo a toda la obra.

Ese seguimiento continuo era, también, un seguimiento continuo con la Jefa de Gobierno, porque, personalmente, la Jefa de Gobierno le dio seguimiento a la obra para que fuera avanzando conforme a calendario y se fueran resolviendo cualquiera de los problemas que teníamos.

Entonces, muchas gracias a todos los equipos que participaron; por eso, a la directora general de Patrimonio Inmobiliario; a la directora general del ORT; y, por supuesto, a las y los habitantes de Iztapalapa que aguantaron 18 meses de obra en todo Iztapalapa, pero que les vamos a demostrar que es por un proyecto que mejora realmente las condiciones de transporte y de la zona. Ahora sí.

Bueno, estos son datos que ya les había dado, pero lo que es importante –en términos del servicio– es que el recorrido es un recorrido que se hace a 5 metros por segundo; es decir, 18 kilómetros por hora, eso es muy por arriba de la velocidad promedio que hay en la Ciudad de México, lo cual permite que se reduzcan los tiempos de traslado.

La capacidad máxima son 5 mil pasajeros por hora/sentido; es decir, cuando está a máxima capacidad, tenemos 5 mil personas moviéndose en cada una de las direcciones, y el proyecto –desde el principio– fue pensado como parte del Sistema de Movilidad Integrada de la Ciudad de México, por eso conecta con dos estaciones del Metro en cada extremo: uno con la Línea 8, otro con la Línea A, lo cual permite que las personas se acerquen a la zona central de la ciudad más rápido.

Y, la reducción, en términos de tiempo, es de más de 50 por ciento: de viajes de una hora 15 minutos a viajes de 36 minutos en el recorrido entero.

Es un sistema seguro, es seguro en dos sentidos; es seguro en términos de incidencia de delictiva, pero es seguro también –como ya se mostró en el video– por todas las certificaciones que tiene para operar de forma segura; es rápido y, adicionalmente –igual que en la Línea 1– tenemos WiFi gratis en las estaciones y cabinas –estas son las cabinas, que ya conocieron–.

En términos del servicio, son siete pesos para las y los usuarios que usan el servicio, eso es lo que cuesta un viaje en autobús en la Ciudad de México; el ingreso es gratuito para las personas adultas mayores de 60 y más, para los niños de cinco años y menos, para las personas con una discapacidad.

De lunes a viernes de 5:00 de la mañana a 11:00 de la noche; y, puede subir una bicicleta, una silla de ruedas, un bulto incluso, porque los asientos son plegables y cualquiera puede subir.

Todas las estaciones son 100 por ciento accesibles, tienen elevadores; se recuperaron espacios públicos, se hicieron murales. Y, lo más importante –y esto es, en realidad, creo que el fondo de este proyecto– y es que el transporte público, la inversión en transporte público siempre, siempre es una inversión social, es ganarle tiempo a la vida de las personas.

Y estamos en una de las zonas donde menos se ha invertido históricamente; este mapa, justamente, es lo que muestra: es la necesidad de intervención en todo Iztapalapa y, en particular, en la Sierra de Santa Catarina; en una de las zonas con la mayor densidad de población de toda la ciudad, y es precisamente ahí donde se eligió poner las estaciones para que le dé el servicio al máximo de gente.

Les decía, el impacto del mercado; y, uno de los impactos más importantes –por supuesto–, en el medio ambiente, es una operación silenciosa y sin humo, la experiencia de viaje es radicalmente distinta a la de un autobús; no vamos oliendo el diésel quemado, no vamos oliendo el gas quemado, no oímos el motor, simplemente va en silencio y el aire circulando.

Un impacto económico en la construcción, pero también un impacto indirecto con la creación de nuevos empleos y nuevos negocios.

Y, este es uno de los impactos más importantes: una mejora en el transporte implica una mejora en el acceso a los trabajos; en las zonas de la ciudad donde los viajes en transporte público toman mucho tiempo, hay menos acceso a trabajo porque es más difícil llegar a zonas de trabajo; cuando reducimos el tiempo de viaje, lo que hacemos es incrementar la posibilidad de llegar a lugares de trabajo y lugares a comercio: estamos hablando del doble de fuentes de trabajo a las que se podrá acceder gracias al Cablebús y 20 porciento más de establecimientos comerciales.

Estas son simplemente las estaciones terminales: Constitución de 1917 y la estación Santa Marta.

Otra vez, muchísimas gracias a todas y todos; muchas gracias a la alcaldía, sin el trabajo conjunto con la alcaldía, no hubiera sido posible hacer el Cablebús; a la Secretaría de Desarrollo Económico que, por supuesto, nos ayudó y nos guió en la construcción del Mercado Quetzalcóatl; y, a todos los equipos del Sistema de Movilidad; y, por supuesto, también a las Rutas 14, 71, 74, GMT con la ruta 112 –ya iniciamos la sustitución de unidades y también estamos trabajando con la 71 y 74 para lo mismo–.

Muchísimas gracias.

PRESIDENTE DE LA CONSTRUCTORA ALFA, JOSÉ ABED ROUANETT (JAR): Muy buenos días a todos –tengo que usar anteojos–.

Doctora Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, antes que a nadie, queremos darle las gracias por la confianza que tuvo en nosotros.

Y, a la comunidad de Iztapalapa, que nos aguantó 18 meses de trabajo intenso y que, además, nos ayudaron muchísimo; debemos dar las gracias a los vecinos que, cuando estábamos construyendo los postes, nos ayudaban, inclusive, hasta a mover nuestros vehículos, nos paraban el tránsito para que pudiéramos trabajar.

Realmente es increíble la cantidad de personas que nos ayudaron y la amabilidad que tuvimos de parte de todos ustedes; estamos profundamente agradecidos por el trabajo que hicieron ustedes porque, realmente, una gran cantidad de los trabajadores que tuvimos fueron gente que estuvo, vive aquí; muchos soldadores, muchos albañiles, gente técnica que estuvo trabajando con nosotros, queremos agradecer muchísimo, muchísimo, su ayuda.

Licenciada Clara Brugada, muchas gracias por también aguantarnos en su alcaldía, donde trabajamos con ustedes realmente en conjunto y nos dieron la gran oportunidad de pertenecer a la Ciudad de México –como lo hemos hecho siempre– trabajando para ustedes; muchísimas gracias por su ayuda.

Ingeniero Jorge Arganis Díaz, amigo y gran ingeniero que siempre nos ha estado dando trabajo –en algunas ocasiones, que estuvo aquí en la Ciudad de México– y que, ahora, es nuestro secretario de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal; maestro Román Meyer Falcón, secretario de Desarrollo Agrario y Territorial del Gobierno del Estado de México; doctor Martin Leitner, nuestro socio de Italia, que nos ha estado ayudando de manera extraordinaria y con quien trabajamos en conjunto y seguiremos trabajando más adelante.

Señor Tommaso Coniglio, representante de la Embajada de Italia en México; licenciado Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de Secretaría de Gobernación; maestro Andrés Lajous; muchas gracias por estar día y noche con los ingenieros Abed porque, gracias a usted, trabajamos de manera suave –que es muy difícil en estas, muchas veces, trabajar de esa manera–, le agradecemos muchísimo su ayuda.

Cuauhtémoc Blanco, gobernador del estado de Morelos, mi amigo y gran futbolista y, ahora, un magnífico gobernador del estado; licenciado Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador electo del estado de Michoacán, con quien tuve el gusto de platicar y que estamos muy contentos de haberlo conocido; maestro Martín López Delgado, de la Dirección General de Servicios de Transporte Eléctrico, quien al principio nos ayudó muchísimo para hacer los primeros pasos en esto.

La construcción del gobierno, de la Línea 2, con una capacidad de usuarios extraordinaria –va a atender más de 100 mil personas por día, o cercana a las 100 mil, dependiendo de la velocidad que tengamos–; con 305 cabinas, que ya nos estuvo diciendo el doctor Lajous; con paneles solares, que se autoalimentan para su iluminación y para la comunicación –lo que nos da una calidad esencial para contaminar menos–; con todas las torres, columnas con las que hemos venido hablando, que fueron fabricadas en nuestra planta en Puebla –y que promedian en altura más de 35 metros en sus extensiones totales–; en siete edificios, con una distancia de 10.6 kilómetros entre las estación siete y la uno; y, que mueven el sistema con motores de más de mil caballos de fuerza.

El acero utilizado en la construcción –para que nos demos una idea– rebasa, por mucho, más de 6 millones de kilos, suficiente para poder construir un rascacielos de los que están en el centro de la ciudad o en Santa Fe.

Eso es lo que vale este trabajo en el que –vuelvo a insistir–, si no fuera por los pobladores de Iztapalapa, no lo hubiéramos logrado.

Que en total mide, el cable que tenemos, mide –en su totalidad– más de 20 kilómetros; solo para darnos una idea de la magnitud de esta gran obra que la Jefa de Gobierno de la ciudad, la señora Claudia Sheinbaum –y doctora y maestra–, al cabo, llevó este gran, gran proyecto a la ciudad y población de Iztapalapa.

Muchas gracias por la confianza, doctora, nuevamente; muchas gracias a todos ustedes, con su permiso.